¿Desde qué edad debe usar gafas de sol tu hijo? Claves para elegirlas

Apunta que, partiendo de la base de que a estas edades no deben estar expuestos directamente al sol, sino bajo una sombrilla, es igualmente importante que protejan sus ojos porque «por la propia luminosidad del día y la radiación rebote de la luz del sol sobre los objetos, la arena de la playa, el agua de la piscina o mar…puede dañar sus ojos. Hay que tener en cuenta -explica este experto- que los ojos son unos órganos que están en pleno desarrollo en la infancia, son más sensibles y el daño si no se protegen es mayor que en los adultos. Hasta los 18 años se ha filtrado el 80% de la radiación ultravioleta porque las estructuras oculares del niño están aún inmaduras, lo que puede dañar su retina y se potencia que de adulto tenga más probabilidad de sufrir cataratas. Incide en que el cristalino de los niños menores de 10 años deja pasar el 75% de los rayos UV, en comparación con sólo el 10% que pasa a los 30 años. Es decir, en las mismas condiciones, la retina de un niño recibe muchísima más radiación UV que la de un adulto».

Por todo ello, es importante elegir con precaución unas gafas adecuadas, puesto que una de cada tres gafas de sol no supera los controles sanitarios. Los expertos aconsejan a las familias seguir una serie de recomendaciones para no equivocarse al adquirir unas gafas de sol adecuadas para sus hijos:

• Deben estar elaboradas con materiales resistentes y seguros, pero muy cómodos y elásticos, como la silicona, el nylon o la poliamida.

• Lentes irrompibles con la protección adecuada al uso que se le dará.

• Diseños envolventes para que la gafa proteja desde la mayoría de ángulos.

• Puentes diseñados para que apoyen su nariz.

• Monturas preparadas para colocar fácilmente cintas elásticas o de neopreno.

• Y nunca debemos olvidar que las gafas no son un juguete, por lo que los adultos deberemos enseñarles cómo usarlas en beneficio de su salud visual.