NanoJr, 23 años: «Los jóvenes deben ser fuertes, no dejarse influenciar por los amigos ni querer aparentar ser un malote»

El mensaje en cuestión se centraba en que la juventud en la actualidad se queja mucho. «Se está produciendo una revolución, la gente joven cree que 'ser de calle' es liarla, robar, parecer un chulo, hacer bullying... Aunque sean de una buena familia, los adolescentes quieren aparentar que no pertenecen a ella, prefieren dar una imagen de malotes... Yo pretendo dar la vuelta a esta tendencia. Es lo que intento también ahora con la publicación de mi primer libro: 'La verdadera calle. Si yo pude, tu puedes'. Quiero que la calle sea ahora familia, unión, trabajo. Ese es mi mensaje y por el que lucho hoy en día».

Provienes de una familia humilde y desde tu infancia cargas con una mochila en la que pesan escenas de tu padre cuando entraba en erupción y cargaba contra ti, contra tu hermana y, sobre todo, contra tu madre. ¿Cómo consigues sacar fortaleza para luchar tanto por la familia?

Lo logro con amor de madre. Con conversaciones con ella, entendiendo las cosas desde muy pequeño, no queriendo destruirme la vida para cuando fuera mayor, porque si tengo ya dificultades y hago que la situación sea más complicada, me voy a joder la vida. No quiero darle problemas a mis padres ni darme problemas a mí mismo. Para lograrlo, tengo que hacer las cosas bien, saber salir de esa situación. Solo se sale haciendo las cosas bien, y eso implica trabajar, salir adelante, no darle disgustos a tu madre...

Tienes muchísimos seguidores en redes sociales: 270.000 en TikTok y 106.000 en Instagram. Imagino que te seguirá gente joven, pero también padres que se sentirán encantados de recibir este tipo de mensajes para que los escuchen sus hijos, ¿no?

Sí, sí, me siguen en un montón de padres y madres de todas las edades que me escriben, me dan las gracias y me dicen que les ponen a sus hijos y nietos mis vídeos. Es una alegría tener seguidores de varias generaciones y que les guste tanto mi contenido.

Señalas en redes sociales que tus dos grandes pilares son el esfuerzo y la familia. Empecemos por el primero: el esfuerzo. Reconoces que no es fácil, y que para los jóvenes, inmersos en una edad que se caracteriza por la rebeldía, todavía resulta más complicado esforzarse. En el libro les animas: «Levántate del sofá, deja el móvil, explora nuevos horizontes. La vida está ahí fuera». ¿Cómo les convencerías para que lo consigan?

La juventud cree que va a ser joven toda la vida y se centra en estar con el móvil, quedar con los amigos..., pero los jóvenes tienen que darse cuenta de que van a crecer, van a pasar los años, deben enfocarse en lo que quieren tener, decidir qué desean en un futuro... Y para eso tienen que despertar, estudiar lo que les guste y aprovechar las oportunidades. Y si, por lo que sea, tienen que trabajar de jóvenes para colaborar económicamente en casa, que se decidan ya por un trabajo y que estudien lo que puedan. La vida pasa y, cómo no, también las decisiones. Si no las tomas en el momento adecuado, te vas a arrepentir.

Pero eso es un pensamiento realmente maduro para para un chaval joven. ¿Por qué crees que hay adolescentes que no se esfuerzan tanto en la actualidad?

Porque lo tienen mucho más fácil y se relajan... Al final, una buena vida y sin problemas hace que te relajes, que no se vean las cosas como son, que te despistes, vayas con malas amistades.... A lo mejor, si no tienes a nadie que te escuche, no haces caso a tus padres... se te junta todo y pasa lo que pasa con los jóvenes de hoy en día.

'Cuando dije no' es un capítulo en el que hablas de las amistades, de cómo influye el entorno cuando todos los amigos fuman, beben o se drogan como si fuera algo normalizado. Tú no fumas, no bebes, no tomas drogas. ¿De qué manera consigues decir no a todas estas tentaciones que te rodean?

Con esfuerzo y sabiendo qué es lo que quiero para mí. No porque mis amigos fumen, tengo yo que fumar; no porque beban, tengo que beber... Yo soy un chaval que de pequeño he vivido violencia hacia la mujer, he visto el maltrato de primera mano, he visto la droga, y ni siquiera por eso tengo la excusa de repetirlo yo. Tenía mucha facilidad para haber caído en estos consumos y comportamientos porque todos mis amigos y familiares lo hacían, pero no lo hice. Sé lo que quiero. Tengo claro hacia dónde quiero llegar y debo ser fuerte. Es lo que tienen que hacer todos los jóvenes: ser fuertes, saber lo que quieren y no ser tan influenciables. Que no se dejen influenciar por los amigos, ni incluso por un familiar. Hay que ser listo y creer en un futuro para ti.

Pareces tenerlo muy claro, pero hay adolescentes a los que se les aconseja que no beban, no fumen... y dicen, «entonces me quedo sin amigos porque todos lo hacen». ¿Qué les dirías?

Que eso no es un amigo de verdad. Siempre vas a encontrar en tu vida a alguien que quiere tu mismos objetivos. Intenta buscar personas parecidas a ti o a lo que tú quieras en un futuro. Y si, por lo que sea, tienes una amistad que es todo lo contrario, podréis llevaros muy bien, pero no sigas sus pasos. Cada uno tiene su vida. Si él no te quiere acompañar puede ser amigo, pero sin compartir adicciones ni malos hábitos. Lo importante es tener claro lo que uno quiere en su futuro para que sea lo mejor posible.

En este sentido, también haces mucho hincapié en el libro sobre la importancia de estudiar, no abandonar. ¿Qué les recomendarías a los que estén dando vueltas a esa idea?

Yo tuve que dejar los estudios porque no me quedaba otra para ayudar económicamente a mi familia. Me hubiera gustado estudiar y no ha podido ser. ¡No sabéis la rabia que me da! O, cuando pude estar en clase, no poder a concentrarme por culpa de todos los problemas que tenía en mi casa. Yo les diría a los jóvenes: Si tienes una vida tranquila, casi sin problemas, con padres que te ayudan, tu único sentido ahora en la vida es estar sentado escuchando a un profesor y aprender. Aprovecha esa posibilidad porque te va a dar un montón de oportunidades para un futuro. Yo tuve que salir del sistema educativo y trabajar en empleos de mierda muy mal pagados. Sin casi vacaciones. Eso no es vida para un joven ni para nadie. Pero no tuve otra posibilidad. Si tú que tienes oportunidades de estudiar no lo aprovechas, con el tiempo te darás cuenta y te dirás lo tonto que fuiste y lo fácil que lo tenías.

Actualmente tienes dos trabajos para ayudar a tu familia.

Sí, la familia tiene un gran valor en la vida. Sin ese amor de familia yo no sería nadie. Mi hermana es el amor de mi vida. Me despierto cada día por ella y amo a mi madre. Por ella soy todo lo que soy. Es súper importante llevarse bien con la familia y hacer planes juntos. No hay nada más bonito en la vida. Tú puedes ser la peor persona del mundo, pero la única persona que te va a entender va a ser tu madre, tu familia. Y casi sin juzgarte.

Sin embargo, muchos adolescentes entran en conflicto con sus padres porque es también una etapa vital en la que suele ser habitual ese enfrentamiento. ¿Cómo solucionar esta situación?

Hablando mucho. La comunicación es muy importante. Si por lo que sea está uno enfadado, que no se vaya nunca de casa sin dar un beso a su madre. Siempre despediros con un beso, pase lo que pase. No sabes lo que puede pasar. Si pasa algo grave te puedes arrepentir toda tu vida. Dale un beso siempre a tu madre, estáte bien con ella. Es mi forma de ver la vida.

Hablabas de tu hermana Nora, ¿en qué consiste el Día de los Hermanos que has instaurado en tu casa?

Se me ocurrió para motivarla. Es una niña y cuando se llega a la adolescencia se necesitan cosas para animarse y a mí me gusta hacerla feliz y motivarla para que esté bien. Y mi motivación, en vez de comprarla algo, es pasar tiempo con la familia. Si se porta bien y trae buenas notas, no tiene negativos y todo eso, ese día de la semana elige ella lo que desea hacer, pero con su familia, conmigo, con su madre, o todos juntos. Ir al cine, a jugar a vídeojuegos, hacer un bingo en casa... Lo que ella quiera, se le concede. Es su premio. Es algo muy bonito y se le está inculcando. Creamos momentos inolvidables.

¿Qué opinas de las familias que están todo el tiempo con el móvil y cortan esos momentos de comunicación?

Para mí es algo muy duro. Tengo la suerte de que cuando yo era pequeño existía esta tecnología, pero no se usaba tanto como ahora. Tuve el móvil muy mayor, lo que me ha hecho no estar tan enganchado, pero a día de hoy tenemos que aceptar todos que es una realidad, que la tecnología está aquí y aprovecharla. Internet, las redes digitales y los móviles tienen muchas cosas positivas.

Pero lo que no podemos hacer es utilizarla excesivamente, fastidiarnos al perder comunicación, utilizarlas para mal, para el odio, hacer bullying... Hay que saber utilizar internet y establecer horarios que te hagas tú mismo mentalmente para estar bien mentalmente. No es normal estar tantas horas al día con el móvil. Hay que ser listo, ponerse horarios y utilizarlo para bien.

¿Cómo es un día en tu vida ahora?

Pues estoy con mis proyectos: mi canal de podcast, un cortometraje que hice para dos jóvenes con un mensaje muy bonito detrás, trabajo de peluquero, de camarero haciendo horas extras en un bar, soy embajador de una bolera y una tienda de ropa. Estoy todo el tiempo pensando en hacer cosas para crecer e invertir en mí, en mi familia y tener más tiempo de calidad juntos. No quiero estar todo el tiempo tirado en un sofá.

¿Crees que hace falta dar más voz y visibilidad a los jóvenes que luchan por dar difusión a este tipo de valores tan positivos para la vida?

Sí. La sociedad se dio cuenta cuando se produjo el boom con mi mensaje porque nadie nos prestaba atención. Hay miles de chavales que están igual que yo y necesitan también tener visibilidad. Hace falta unirnos todos, crear un movimiento y dejarnos de tantas tonterías que se publican en internet por parte de personas que hacen el tonto, nos tienen atontados, distraídos, y no aportan nada.

Quien piense como yo, le doy todos mis seguidores, se los doy para él, y que se le escuche mientras traiga un mensaje de valor para los jóvenes y sea una persona luchadora.

¿Qué ha supuesto escribir este libro para ti?

Mucho esfuerzo y mucha ilusión. Siempre había querido escribir un libro, se me dio la oportunidad. Tardé seis meses en escribirlo y estuve muy rallado dándole muchas vueltas porque quise escribirlo yo y me preocupaban las faltas de ortografía. He transmitido lo que quería transmitir.

Estoy contento. Es un libro que sirve de tu ayuda. Creo que es muy necesario leerlo, tengas la edad que tengas porque es para todos los públicos.