¿Por qué los uniformes del cole son feos?
Los colegios no buscan moda, ni diseño, sino funcionalidad, un precio económico y la durabilidad de las prendas
m. j. pérez-barco
Los hay hasta con chip que envían una alerta a los padres si su hijo hace novillos (es lo último en Estados Unidos), con tratamientos que repelen las manchas, de fácil planchado... Toda una industria se encuentra en estos días a pleno rendimiento para nutrir ... a familias y colegios de uniformes escolares. Un recurso que no siempre cuenta con la simpatía ni de niños ni de progenitores. Y no precisamente por defender o no unos valores pedagógicos, sino porque los uniformes muchas veces no responden a una estética de diseño, ni de moda. Es decir, muchas veces las familias creen que los uniformes de sus hijos son feos. Para el gusto se hicieron los colores, desde luego.
«El uniforme tiene que durar todo el curso y pasar a los hermanos»
Y es que, aunque en los últimos tiempos los centros escolares intenten buscar uniformes más a la moda y series como «El internado» están marcando tendencia, lo cierto es que el diseño en este tipo de prendas importa poco. «Lo que prima es la funcionalidad», afirma Cristian Hermes Camacho, administrador y gerente de la firma Camacho Sport, una empresa dedicada a la fabricación de uniformes escolares desde hace casi cuarenta años. «Y en estos tiempos que corren importa mucho el precio —asegura—, aunque también l a calidad, para que el uniforme pueda durar todo un curso y, si es posible, pase de unos hermanos a otros».
Funcionalidad; que sean cómodos y prácticos; con tejidos de fácil lavado y planchado; personalizados con los escudos, logotivos y nombres de los colegios; con colores sufridos en los que se note menos la suciedad; de líneas sobrias y sencillas... Son las preferencias de los colegios a la hora de elegir su uniforme, indican desde El Corte Inglés.
«Solo en Infantil se premiten colores más vivos y más fantasía»
Desde luego, los uniformes escolares han evolucionado poco. « Persiste el diseño clásico que todos tenemos en mente», dice Camacho. «Solo en las prendas para la Educación Infantil se permite cierta libertad de colorido, más vivo, y de diseño, con más fantasía en estampados, cuadros y rayas», indica El Corte Inglés.
Le guste o no el uniforme de su hijo, estas son las preferencias de los colegios a la hora de elegir estas prendas:
—Uniforme de calle u obligatorio. Para las niñas: blusas unisex y falda plisada o pichy. Camacho percibe que la típica falda plisada está dando paso a faldas pantalón que permiten mayor movilidad y un diseño más actual. «Y para niños: el clásico pantalón gris, aunque va ganando terreno una versión más renovada de pinzas que deja paso al tipo chinos, ambos combinados con jersey y cuello de pico y polo con franjas a color», indica. «Pocos colegios utilizan ya la chaqueta americana y la corbata», asegura el Corte Inglés, la tendencia es hacia prendas de sport.
—Ropa deportiva. Se buscan líneas simples a dos o tres colores para camisetas, chandal... «Se prefieren prendas comunes para todo el año sin distinción de género: polo de manga corta, sudadera y pantalón corto y largo», según El Corte Inglés.
—Colores. Azul marino, gris y verde botella. «Se busca el sentido práctico, la sobriedad y colores que hagan menos notable la suciedad, pues no hay que olvidar que en el colegio se realizan múltiples actividades, se disfruta del recreo y se utiliza en comedor», afirma El Corte Inglés. Pero los colores también pueden ir muy determinados por la marca insignia del centro, escudo o logotipo. Muchos centros quieren que se identifique a sus alumnos con unos colores concretos.
—Cierres. Se evita el velcro porque se deteriora con los lavados y porque así lo exige la ley. Suelen utilizarse cremalleras y botones.
—Tejidos: Para lograr mayor confort, la tendencia es el algodón y la lana, tejidos naturales que evitan alergias. También se da por cuestiones económicas la mezcla de materiales orgánicos con poliéster y viscosa. «Todo depende de la calidad que se quiera dar y del precio que estemos dispuestos a pagar. Muchos fabricantes utilizan mezclas 100% sintéticas de poliéster-viscosa (derivado de petróleo y la celulosa), que son materiales baratos, pero no dejan lugar a la transpiración y pueden ocasionar problemas de epidermis, alergias, etc. Estas mezclas, aparte de ser poco recomendables para los niños, debilitan la prenda acelerando la aparición de peeling (bolitas), y la pérdida de consistencia con los lavados. Esto origina que un uniforme que, en principio, salía más barato resulte a la larga mucho más caro, si al final a mitad de curso hay nuevamente que comprar ciertas prendas», asegura Camacho.
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