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Las familias de dependientes severos: «Estamos cautivos, se han olvidado de nosotros»

Algunos padres han dejado sus trabajos para cuidar de sus hijos con discapacidad tras el cierre de los centros de día

Nieves Mira

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« Mañana no dejéis a vuestros hijos en la ruta ». Fue el mensaje de WhatsApp que recibió Jesús el pasado 12 de marzo a las siete de la tarde, cuando algunas comunidades comenzaron a cerrar los colegios y se clausuraron también los centros ... de día para personas con discapacidad. Su hijo Luis, de 23 años, tiene concedida una plaza en un centro concertado de la Comunidad de Madrid. El médico le ha tenido que conceder la baja laboral a Jesús para que estos días pudiera cuidar de su hijo, discapacitado severo. Es la forma que han encontrado para sobrellevar una situación que, con el paso de los días, cada vez se les hacía más complicada en casa. Su esposa se encierra con el pestillo en su despacho ya que, como su empresa se lo permite, puede teletrabajar. «La rutina se estaba haciendo insostenible», cuenta este padre desesperado. Con el avance en la desescalada, su hijo podrá volver al centro en días alternos y, aunque no es lo ideal porque necesita las rutinas, no pueden disimular su alivio después de estos duros meses en los que no han recibido ninguna ayuda.

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