España falla a las madres vulnerables

El estudio, elaborado de la mano del Grupo de investigación en Políticas de Familia de la Universidad Complutense de Madrid y de la ONG Acción Familiar , saca a relucir que en nuestro país «no existe un registro de mujeres embarazadas y en situación de vulnerabilidad porque parece que no interesa tenerlo —lamenta Amaya Azcona , directora de RedMadre— y, de este modo, es difícil llegar a ellas y prestarles el apoyo que requieren».

Asegura que la embarazada no consta ni siquiera en registros cuando son víctimas de violencia de género, «lo que es inaceptable porque cuando fallece hay dos víctimas: la mujer y su futuro hijo. Es inadmisible porque, según nuestros datos, casi un 5% de las mujeres que sufren daños físicos y psicológicos comienzan a recibirlos en el momento en que se quedan en estado. Aún así, nadie habla de ello. Es un problema que se tapa . No debe ser así, no es lo mismo proteger a una mujer, que a una mujer que va a ser madre porque es más vulnerable».

El concepto de vulnerabilidad incluye en este sentido a aquellas mujeres abandonadas por el padre de su futuro hijo, a las que están en riesgo de perder su trabajo, a las que son muy jóvenes, corren peligro de abandonar sus estudios, las que son expulsadas de los pisos compartidos en los que viven, las que no tienen papeles, padecen alguna discapacidad, son víctimas de violencia, tienen alguna adicción, una enfermedad mental... En todos estos casos, Azcona señala que los médicos de atención primaria y las matronas de los centros de salud deberían disponer de unos protocolos para, en primer lugar, detectar estos casos y, posteriormente, activar un protocolo de seguimiento y apoyo.

María Teresa López-López , del Grupo de investigación en Políticas de Familia de la Universidad Complutense de Madrid, incide en la necesidad de que estas mujeres aparezcan en las estadísticas y se les otorgue de visibilidad porque es la única forma de prestarles apoyo para que salgan de su situación de vulnerabilidad. « No se pueden exigir ayudas si no constan por falta de datos», recalca.

En segundo lugar, López-López, propone que la mujer embarazada esté presente en todos los debates sociales , «porque no es lo mismo abordar la igualdad o la conciliación de la mujer si está embarazada. En este sentido está muy discriminada. Quiero ser optimista al respecto y creo que se logrará tener en cuenta a estas mujeres si de esta cuestión no se hace ideología ni un debate político. De lo contrario, creará una gran frustración en aquellas mujeres y hombres que deseen tener hijos».

Mientras esa presencialidad en las estadísticas está por llegar, el Mapa de la maternidad asegura que en España abortan al año 94.000 mujeres y «suponiendo que la mitad de ellas lo hicieran libremente por puro convencimiento, habría otras casi 50.000 que lo piensan porque no tienen otra opción, mujeres que requieren ayuda para salir adelante. Solo en 2018 —recuerda Azcona— recibimos en nuestra organización 35.000 llamadas de auxilio y acompañamos a 18.000 gestantes, y eso que hay muchas mujeres que no nos conocen. Es decir, que entre una y 90.000 mujeres pueden necesitar ayuda. Algunas son atendidas por Servicios Sociales por su estado de vulnerabilidad, de riesgo de exclusión social, pero no por contemplar su embarazo. No puede ser que entre 2016 y 2018 se haya reducido el gasto en políticas de apoyo a la maternidad un 40,5%. Son cifras de enorme magnitud si tenemos en cuenta que en España nacen menos de 400.000 niños al año».

Pese a esta realidad que se manifiesta en el informe, desde la fundación aseguran que España se destinan 2.770.301 euros a las embarazadas vulnerables, una media de 5,96 euros anuales, cifra que se obtiene de sumar todas las ayudas destinadas a estas mujeres por parte de administraciones, ayuntamientos capital de provincia, comunidades autónomas y diputaciones. «Es una cifra tan ridícula que podemos decir que, en realidad, no hay ayudas», puntualiza Amaya Azcona.

No obstante, el reparto es desigual en nuestra geografía. Las comunidades que más ayudas anuales ofrecen son Galicia (1.599.385 euros), Madrid (439.293 euros) y La Rioja (262.127). Por diputaciones, solo tres ofrecen ayudas: Guadalajara (5.000 euros), León (38.166) y Salamanca (10.000). Mientras, el municipio de Boadilla del Monte en Madrid repite como el que más ayudas ofrece con 250 euros mensuales a cada mujer en estas circunstancias. «Existen grandes diferencias entre territorios, aunque siempre dentro de la insuficiencia —señala Antonio Torres—. Esa cantidad es una media que significa dos cosas: que ninguna mujer recibe la ayuda suficiente y que muchas no reciben ninguna ayuda ».

El mapa de la maternidad también hace especial hincapié en que en un país en pleno proceso de invierno demográfico, «el aborto es gratuito porque lo financia la Seguridad Social, con un presupuesto de 35.000.000 euros, mientras que en ayudas a la maternidad la cifra es tan solo —insiste Azcona— de 2.770.302 euros. No tiene sentido que España gaste diez veces más en abortos que en apoyar la natalidad ».

Con la mirada puesta en el futuro, y tras meses inmersos en la crisis generada en la pandemia, Antonio Torres considera que las madres vulnerables va a sufrir una nueva degradación si no se actúa con decisión para cambiar las cosas. Necesitamos como sociedad, que la defensa de estas mujeres, cuya protección desemboca en la protección de la vida sobre la que pivota todo nuestro Estado de derecho, ocupe un lugar mucho más visible y mucho más resguardado. Hablamos de defender la libertad, de que la maternidad y la libertad dejen de ser conceptos enfrentados. La vida lo contiene todo. Contiene la izquierda y la derecha. Defender la vida es un acto de generosidad, de tolerancia y de apertura a los demás sin condición alguna».