Enamorarse es una de las principales ilusiones del hombre, pero no de la mujer

Pero, ¿qué es la ilusión? Santos afirma que «es un estado emocional, lo que nos hace sentirnos vivos, es la adrenalina emocional que nos hace tener anhelos. No hay proyecto sin ilusión. Es lo que nos mueve». Para entender como se ha medido algo a priori tan etéro, habría que detenerse en los tres parámetros establecidos por GFK , la empresa encargada de realizar el estudio. «Nos enfrentábamos a algo tan complicado como medir el amor... y llegamos a la conclusión que la ilusión solo se puede medir en términos de proyecto », apunta Iliana del Río, representante de este instituto de investigación.

De esta forma, el informe concluye que el área afectivo familiar «es la que más impacto tiene en la realización personal», por delante del área personal, formativo laboral o material. Entre los proyectos más destacados en esta sección estaría el de «estar más tiempo con los míos» (37%), el hacer algo para ayudar a los hijos o a los nietos (25%), conocer a gente nueva (18%), hacer algo para ayudar a un familiar o amigo (16%), y enamorarse o encontrar pareja (8%).

Curiosamente, enamorarse aparece sólo entre las principales ilusiones de los hombres, y no así en el caso de las mujeres, que piensan más en cuidar su alimentación, reformar la casa, tener algún artículo de moda, hacer alguna actividad solidaria o tener más tiempo libre para dedicarlo a ellas mismas. Al hombre, además de encontrar el amor, le interesa cambiar de coche, disfrutar de su trabajo, dejar de fumar, hacer más deporte, y montar una empresa.

En cuanto a los datos según edad, sexo y ocupación, el B arómetro Cofidis de la Ilusión desprende diferencias interesantes. Las personas casadas tienen más ilusión que las solteras (60/100 frente a 58/100. No obstante, los hombres solteros tienen más ilusión que los casados (60/100 frente a 59/100) y las casadas más ilusión que las solteras (60/100 frente a 57/100).

Los jóvenes de 15 a 24 son quienes actualmente tienen un índice de ilusión mayor: 67/100; mientras que a partir de los 55 años la ilusión está por debajo de la media nacional: De 55 a 64 años la ilusión es de 54/100 y a partir de los 65 baja a 52/100. «En pocas palabras, a medida que nos hacemos mayores nos ilusionamos menos», resume Santos.

En esta línea, los más ilusioneados son los estudiantes (70/100), seguidos de los trabajadores (62/100) y, en tercer lugar, los parados (60/100). Estos tres grupos tienen más ilusión que los jubilados (53/100) y amas de casa (54/100). Para cumplir sus planes los trabajadores son los que más peso le dan al esfuerzo personal.