Cólicos, reflujo, mocos... lo que debes saber para calmar el malestar de tu bebé
Muchos padres se sienten desesperados ante un inconsolado llanto de sus bebés y no saben si lo que hacen para clamarles es lo correcto o no
La crianza en brazos: de la dependencia física al vínculo emocional
Muchos problemas digestivos y respiratorios se deben a la inmadurez en los órganos de los bebés
Cólicos del lactante, reflujo, estreñimiento... Los que son padres de un bebé saben muy bien lo mal que se pasa cuando se ve al pequeño de la casa retorciéndose de dolor, llorando sin parar a causa de estas dolencias. El nerviosismo se apodera de los ... progenitores porque necesitan calmarles cuando antes y saber que no están sufriendo.
En un intento de ayudar a buscar explicaciones y soluciones, Belén Concejero, fisioterapeuta y osteópata pediátrica experta en neurodesarrollo y directora de Little by Little, explicó durante la presentación de la jornada '¿Por que una fisio pediátrica puede ser tu aliada en la crianza?', organizada por Nutribén, que todas estas dolencias en los bebés son frecuentes debido a que su sistema digestivo es inmaduro. «Esto es así porque los niños menores de un año tienen menos enzimas y sus digestiones son más difíciles. Hay que tener en cuenta que los adultos disponemos de saliva y dientes para triturar el alimento en la boca y prepararlo para que llegue en mejores condiciones al estómago, pero en los niños pequeños la saliva es menor y no disponen de dentadura por lo que el estómago debe trabajar más».
Explicó, además, que el intestino de los bebés es más corto, el tránsito es más rápido y su flora intestinal está también inmadura, por lo que la inmunidad la adquieren con el tiempo, «por eso tienen esta tendencia a padecer cólicos».
Cuando los padres buscan soluciones en la acción de los fisioterapeutas, estos especialistas distinguen entre los niños que se alimentan mediante lactancia materna de aquellos que lo hacen con leche de fórmula, puesto que sus recomendaciones son diferentes según la forma en la que se alimentan.
Aprovechó Belén Concejero, no obstante, a recordar que en casi todas las ocasiones se pone el biberón en vertical al dar de comer al bebé, «pero no es correcto». Recomienda colocarlo en horizontal para que pueda comer en línea, tal y como lo hace cuando se le da el pecho. Igualmente, aunque se le dé el biberón es aconsejable que se haga el piel con piel, porque es una gran ocasión para establecer este apego«.
En relación a los problemas digestivos, explicó que los cólicos se pueden detectar por ciertas señales. Se suele diagnosticar de forma técnica cuando padece llanto durante 3 horas, 3 días y 3 semanas, pero añadió que conlleva distensión abdominal, burbujeo, dificultad de esfínter para expulsar heces y gases... Cuando ocurre todo recomendó administrar al pequeño probióticos (lactobacilus) y simeticona, según aconseje el pediatra. «Cuando los bebés con cólicos se ponen en manos de los fisioterapéutas pueden acabar con los molestos cólicos en tres meses con la ayuda de masajes y probióticos».
Indicó que el reflujo, «es un problema también madurativo, solo es patológico si: el bebé se niega a comer, hace cacas verdes, se arquea hacia atrás, muestra gran irritabilidad, pierde peso... »Si además tiene vómitos siendo menor de 6 meses es motivo suficiente de consulta médica. Los vómitos son muy molestos -asegura- porque produce en los pequeños una gran contracción abdominal muy dolorosa y la expulsión al exterior de la comida en forma de cascada. El reflujo, sin embargo, suele mejorar a los seis meses cuando al bebé se le introduce la alimentación complementaria«.
Respecto al estreñimiento, la dificultad para defecar durante varios días, especificó que se suele fijar como un problema cuando lleva 7 días sin depositar si toma el pecho y en 5 si toma leche de fórmula, «pero lo realmente importante, al margen de los días que lleva sin defecar, es fijarse en el estado general del pequeño, en cómo se encuentra. Es importante suministrarle fibra y suplementos para evitar que el colón se dilate a largo plazo y que dificulten que vuelva a su estado normal creando estreñimiento crónico. Este asunto es importante no dejarlo pasar en el tiempo para que no se compliquen las soluciones».
Belén Concejero también mencionó un problema habitual en bebés del que se habla menos: la disquecia. Se trata de la dificultad para relajar a la vez el esfínter interno y externo al defecar. «Esto se aprecia porque los bebés se ponen muy rojos ante la dificultad de controlar los dos esfínteres y el ano no se abre. Se trata también de un proceso madurativo, no necesita suplementos y, mediante masajes adecuados, se les puede ayudar a mejorar su situación. Es importante que los padres aprendan a realizar los masajes que alivien a sus hijos en este asunto cada vez que lo necesiten porque los fisioterapeutas podemos ayudarles, pero generalmente solo les vemos una vez a la semana. El masaje no produce un efecto mágico e inmediato, pero sí que favorece que el intestino se desinflame, esté más blandito de manera que el bebé se sienta más relajado.
En este sentido recomendó otra serie de pautas a los padres:
- Colocarse sobre una pelota de pilates e iniciar un suave balanceo para que el bebé se calme.
-El ruido blanco, que escuche los latidos del corazón que es lo que han oído durante meses y les produce paz.
-Colocarle en posiciones que alivien su dolencia, como en la posición de la croqueta con el estómago encogido, ya que ellos por sí solo no saben cómo colocarse.
-Utilizar cojines de calor de semillas que les ofrece una buena sensación.
-Aplicarles aceites vegetales que sean de buena calidad, para ello hay que fijarse en que el bote sea opaco para que el producto no se oxide y pierda sus propiedades.
-Evitar posiciones horizontales en la cuna, sobre todo después domer. para ello se pueden colocar cuñas en las patas delanteras.
-Fomentar una alimentación adecuada.
-Practicar el porteo, ya que les aporta calor y les coloca en una buena posición para defecar y expulsar gases.
En esta línea, Almudena García, jefa de producto de Nutribén, señaló que la alimentación de los primeros meses de vida juega un papel fundamental en el bienestar del bebé y recomendó, entre a los padres, entre otros aspectos, los siguientes:
• Evitar que el bebé tome demasiada leche de una sola vez o que coma demasiado rápido.
• Sacarle los gases con frecuencia, durante y después de las tomas.
• No acostarle inmediatamente después de las tomas, sino mantenerle en posición vertical. La postura semisentada puede provocar más episodios de reflujo y regurgitaciones, por lo que es aconsejable evitarla.
• Prestar especial atención en su alimentación: En el caso del reflujo, lo ideal es decantarse por fórmulas específicas «antirregurgitación» que suelen ser más espesas, lo que dificulta que el contenido del estómago acabe de nuevo en la boca. También incluir fibra en la dieta del bebé: ayuda a mejorar la flora intestinal, facilita el tránsito y previene el estreñimiento (frutas, verduras, granos integrales, cereales, legumbres, frutos secos y semillas).
Destacó la importancia de seleccionar fórmulas o preparados enriquecidos con prebióticos, FOS (fructooligosacáridos) y/o OLM (oligosacáridos), GOS (galactooligosacáricos), B-palmitato: es un tipo de grasa presente en la leche materna que favorece la digestión y ablanda las heces, y Postbióticos.
Por si fuera poco para los padres preocupados por estas cuestiones, Belén Concejero puntualizó que es habitual que los bebés que tienen inmadurez digestiva suelen también padecer muchos problemas de inmadurez respiratoria: consumen más oxígeno y tienen menos reservas respiratorias y una tasa de metabolismo basal mayor.
La bronquiolitis se les presenta como una infección respiratoria que se contagia por vía aérea, por contacto directo o manos contaminadas. ¿Qué hacer en casa cuando se presenta? Esta fisioterapueta recomenda hacer lavados nasales. «Es importante colocarles con la boca abierta y a partir de los 3 meses siempre sentados para que no se les vayan los mocos al oído. No importa que se traguen el suero -advirtió- y se puede repetir siempre que sea necesario, sobre todo antes de comer y de dormir».
Eso sí -puntualizó tajante- los humificadores, aspiradores, sacamocos «quedan prohibidos porque producen muchas otitis. Los fisioterapeutas realizamos fisioterapia respiratoria que no les duele y con el masaje logramos despegar el moco de la caja torácica, que al final vomita, liberando su cuerpo de molestias e infecciones en el pulmón».
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En lo que respecta a la alimentación en relación a los problemas respiratorios, Almudena García, aseguró que «lo ideal es aportar al bebé una dieta equilibrada y completa a base de vitaminas y minerales (A, C, D y Zinc), así como OLM (oligosacárido) que contribuyan al buen funcionamiento de su sistema inmunitario. Son muy buena opción los cereales sin azúcares añadidos, ni producidos, ideales para preparar en biberón, en plato o añadir en recetas de BLW como albóndigas, tortitas, etc.. Además, son fuente de fibra, hierro, calcio y fósforo, de 11 vitaminas, sin aceite de palma.