Cómo disfrutar de la convivencia en vacaciones
Consejos para que las relaciones entre padres e hijos no se resientan
s. f
Estamos en plenas vacaciones, con el país casi parado y las playas llenas de familias veraneando. De hecho, con las estrecheces de la crisis , las casas españolas son también ahora un lugar de veraneo para familias enteras . ¿Cómo disfrutar de ... la convivencia entre padres e hijos que permiten las vacaciones y evitar que se generen conflictos ?
Esta es la pregunta que intenta responder el equipo de pedagogos y psicólogos de Superpadres.com . Y lo hace siendo consciente que, paradójicamente, cuando más horas pasan juntos padres e hijos es cuando más aumentan los conflictos. ¿Cómo podemos evitar rabietas, reprimendas y palabras más elevadas de tono que otras?
Las vacaciones son una oportunidad para que los hijos puedan disfrutar con intensidad de sus padres. Esta relación es clave para la identidad y sentido de pertenencia de los niños y adolescentes. Por ello es importante pasar un tiempo de calidad con la familia : salir juntos en bicicleta o a correr, organizar un juego que se alargue durante una semana o desayunar juntos cada mañana.
Flexibilizar hábitos y horarios
Es importante concienciar a tus hijos de los beneficios de pasar tiempo en familia . A continuación se exponen tres consejos para superar con nota las vacaciones y sacarles el máximo jugo en la relación padres-hijos.
1. Flexibilizar hábitos y horarios . El verano es sinónimo de tranquilidad y antónimo de prisas. Los hábitos y horarios estrictos son buenos durante el curso escolar, pero en verano es positivo flexibilizarlos. Los hijos llevan ya casi dos meses de vacaciones y, de hecho, ya los han flexibilizado. Sin embargo, ahora los que deben flexibilizar horarios son los padres, con unas vacaciones más cortas y, en muchos casos, concentradas en agosto. La buena convivencia entre unos y otros depende en parte de saber adaptarse unos a otros , y en esto los que deben llevar la voz cantante son los padres.
Flexibilizar horarios en vacaciones no debe ser visto como un problema. Por ejemplo, hay que tener cintura para pactar la hora de levantarse o de comer , intentando que sea buena para todos y que después podamos aprovechar el día haciendo actividades de manera conjunta y, en algunos casos, por separado. Si hemos ido juntos a la playa y nuestros hijos lo están pasando en grande con unos amigos, quizás podamos ir a comer un rato más tarde para que ellos disfruten algún tiempo más.
Sacar el máximo partido a las vacaciones
2. Que nuestros hijos tengan tiempo para todo. Las muchas horas muertas pueden dar problemas. Los niños se aburren , empiezan a enredar, se relajan las rutinas. Es positivo flexibilizar hábitos y horarios, pero también lo es organizar las vacaciones para que pueda haber tiempo para todo . A todos nos viene bien saber qué actividades principales vamos a hacer y cuándo. En otras palabras, la flexibilidad debe ser compatible con tener claro cuáles son las actividades principales que haremos a lo largo de un día o de todas las vacaciones.
En vacaciones debería haber tiempo para que nuestros hijos puedan hacer de todo: tiempo para que los niños lo pasen en familia ; tiempo para que lo pasen con amigos ; tiempo para leer ; tiempo para hacer deberes ; y tampoco es malo que haya algún hueco para aburrirse y estar sin hacer nada. Cuanto más pequeños sean los niños, más estructurado debe ser su horario de vacaciones. En cambio, a los adolescentes se les puede dejar más libertad . En todo caso, es un error pensar que niños y adolescentes pueden disfrutar y aprovechar al máximo de las vacaciones si no duermen lo suficiente o no comen a la hora debida.
Hacer que la relación padres-hijos crezca
3. Momentos de descanso para los padres y actitud positiva . Conseguir una buena convivencia padres-hijos en vacaciones no sólo depende de flexibilizar horarios y de prever que nuestros hijos tengan tiempo para todo, sino que también es clave que los padres tengan sus momentos de descanso. Los ratos de relax o para realizar las actividades favoritas son esenciales para que los padres también encuentren su espacio propio. Esto ayudará a que en otros momentos en los que se puedan dar situaciones de tensión, se pueda tener la paciencia y prudencia suficiente para no «chocar» con los hijos .
Más allá de esto, es esencial dotar las vacaciones de contenido positivo , manteniendo una actitud relajada y de disfrute, que permita poder estar y hablar unos con otros.
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