Los profesores también tienen su vuelta al cole

Mariano Sanz, director del Colegio Ramón y Cajal de Madrid , admite que resulta difícil desconectar cuandolos meses de verano son el único momento en que se pueden hacer obras, por ejemplo. Las reparaciones y mejoras son imprescindibles cuando cientos de niños y adolescentes pasan el curso en las aulas.

Con los años, reconoce que se ha vuelto un «experto» y aunque durante la visita de las cámaras de ABC todavía queda trabajo por hacer, otros veranos y otras obras le dicen que todo estará listo para el arranque del curso.

El jefe de estudios de Bachillerato en el mismo centro, Juan Miguel Guzmán reconoce dos meses de vacaciones, pero no tres; las últimas semanas de junio y algunos días de julio se hace balance y se prepara el curso siguiente. A finales de agosto, toca ya preparar el recibimiento al nuevo curso y empezar a trabajar en la organización de las lecciones. Durante el año, se dobla jornada en caso de realizar intercambios o recibir algún curso formativo para el profesorado.

Ambos ejercen una profesión que se ubica entre las más estresantes y Guzmán reconoce que el principio de curso también significa nervios en el estómago para ellos y, presentarse ante el nuevo grupo: «es como salir a escena». Hace falta vocación y volver un poco antes de vacaciones, para llegar a tiempo.