Una tienda efímera para prendas que duran más

La mezcla es inspiración para el nombre de la marca y la base de una colección que Zulueta define como una extensión de su propio armario, todo lo que se puede encontrar en Padilla 1 (hasta el 25 de marzo) o en su espacio de Enfant Terrible (Núñez de Balboa, 30) es algo que ella misma se pondría.

El color y la durabilidad de las prendas son dos de sus objetivos prioritarios; primero salir de la homogeneización que imponen las grandes cadenas con diseños prácticamente exclusivos (de algunos patrones trae una única pieza). En segundo lugar, trabajar con lino, algodón y seda le permite garantizar a sus clientes una duración razonable de la prenda, algo que el consumidor ya casi ha olvidado por la influencia del fast fashion.

Ofrecer diseño exclusivo y calidad no han hecho a Zulueta perder el norte con los precios, este año es la segunda vez que trae su producción de India y con el aumento de las cantidades ha podido traer también una reducción de los precios. Con un rango entre los 5 y los 60 euros, cualquiera puede adquirir una de sus piezas.

Los pañuelos de seda de gran tamaño han sido uno de sus productos más vendidos. Pero destaca la intención de sus pantalones especialmente diseñados para adaptarse al cuerpo de la mujer. Su experiencia al frente de un gimnasio femenino le ha valido a esta diseñadora para saber que ni todos los cuerpos son iguales , ni la mujer mantiene las mismas medidas durante todo el mes, ni siquiera a lo largo del día.

El mundo del diseño acostumbra a imponer un estilo diferente cada temporada, sin importar a quién favorece o si resulta cómodo o práctico a la hora de vestir. Zulueta ha tomado el camino contrario con un patalón que se adapta a su dueño. Toda una declaración de intenciones: ropa que se ajusta al modelo, que dura más y que no se dispara de precio en medio de la vorágine de la moda rápida y global.