Ruth Lorenzo: «Los españoles se sentirán orgullosos con mi actuación»

- Antes de viajar a Copenhague estuviste de baja médica durante dos días por agotamiento. ¿Cómo te encuentras ahora mismo en la víspera de la gran final?

- Físicamente me siento bien y la gente que me rodea está haciendo todo lo posible para que yo esté perfecta de cara a la cita de mañana. Antes de llegar a Dinamarca me encontraba algo cansada, así que me fui a Murcia, mi ciudad natal, a tomarme un respiro. Y ahora estoy pletórica. Supongo que la comida de mi madre tuvo que ver mucho en esa recuperación (risas).

- ¿Cómo lleva precisamente tu familia que toda la atención mediática se centre en ti? ¿Sufren mucho?

- Si me ven calmada, están tranquilos. Y si notan que algo falla, lo pasan mal. Pero en estos momentos estoy llena de energía y confían en mí y en todo lo que estoy haciendo.

- En la última década, España sólo ha cosechado fracaso tras fracaso en Eurovisión. ¿De verdad podemos ganar este festival?

- Claro que podemos, esto nos lo vamos a llevar para España. Hay que creer siempre en lo que uno hace. Además, estoy sintiendo mucho el apoyo de los fans aquí en Copenhague. Y cuando pisas con un batallón de tu sangre, pisas más fuerte.

- Pero en tu actuación, finalmente, no podrás bailar bajo la lluvia como promestiste por razones logísticas. ¿Cuáles son entonces tus armas para cautivar al público europeo?

- Los realizadores han conseguido crear una serie de efectos que en pantalla simulan una lluvia real. Y el resultado es muy sorprendente y hermoso. Se me ha quedado la espina clavada de que no pueda mojarme y espero algún día en otra actuación poder hacerlo. De todos modos, dije que habría agua y así es, ya que alrededor del escenario hay una pequeña piscina.

- ¿Vas a salir con el pelo mojado al escenario?

- (Risa nerviosa) No te lo puedo decir... Todo es sorpresa, pero sí puedo adelantar que voy a llevar la melena suelta.

- Tras uno de tus ensayos aseguraste que no querías que la actuación de España fuera como un circo. ¿Crees que en otros años nuestros representantes han caído en ese error?

- No, pero sí pienso que hay países en esta edición que están haciendo un uso desmesurado de las posibilidades que te brinda el escenario. Hay juegos de luces que te dan casi como epilepsia y planos muy erróneos, y no quiero que eso me pase en mi actuación. Lo que voy a hacer yo se ve con mucha clase en televisión.

- Has apostado, entonces, por una puesta en escena sobria pero elegante

- Sí, y de la que los españoles se puedan sentir orgullosos. Quiero lo mismo que pasaba cuando Mariah Carey se subía al escenario y cantaba "Without you", o la espectacular Whitney Houston su "I have nothing". Salían, cantaban y deslumbraban sin necesidad de hacer experimentos que casi siempre fallan.

- El año pasado, El Sueño de Morfeo recibió muchas críticas por su mal resultado y por la interpretación vocal de Raquel del Rosario en la final. Pero incluso Pastora Soler, que quedó décima, tampoco se libró de algunos comentarios negativos tras el festival. Tú, que eres una mujer con mucho carácter, ¿estás también preparada para eso?

- Siempre hay críticas y debe haberlas. Es verdad que algunas sientan peor que otras, pero mientras haga lo que yo sienta que tengo que hacer, me da igual lo que diga la gente. Y cuando haces las cosas siguiendo a tu corazón, siempre es para bien, critique quien te critique. Y a quien no le guste, que no mire.

- ¿Somos muy criticones en España?

- Uy, para nada. En Reino Unido, donde yo he vivido los últimos años, se crítica todo mucho más, hasta el extremo. Es horrible.

- ¿Tienes miedo de quedar mal en la final, que pocos países te voten?

- La palabra 'miedo' no está en mi diccionario, me enfrento siempre a todo. Si la actuación es de diez, me da igual después el resultado. No olvidemos que se trata de un concurso donde sólo gana uno, aunque yo siempre soy positiva. Si haces lo contrario, dejas un hueco en tu mente para que entre el cáncer de la duda.

- ¿Cómo se veía Eurovisión en la casa de los Lorenzo cuando eras una niña?

- El festival siempre ha estado presente en mi hogar y me acuerdo que cada año tarareaba el himno que abre la final. Pero yo veía en televisión a cualquier cantante, en cualquier escenario de cualquier programa y yo ya me imaginaba allí. Cuando vi por primera vez "Operación Triunfo" lloré de rabia porque sentía que uno de esos participantes tenía que ser yo. Después me presenté a la segunda edición y no me seleccionaron, pero seguí persiguiendo ese sueño hasta que finalmente entré en el "X-Factor" británico.

- No lo has tenido fácil en el mundo de la música. Aprendiste de forma autodidacta porque tus padres no tenían dinero para pagarte clases de canto, luego emigraste a Londres y allí renunciaste a un contrato millonario con una discográfica... Y así nació "Dancing in the rain", tu canción para el festival. ¿Es Eurovisión sólo un reto más en tu camino?

- A lo largo de mi vida he ido superando barreras. Hay muchas cosas que nadie sabe de mi infancia y que han forjado mi personalidad. Siendo muy pequeña tuve que meterme a trabajar en un almacén. ¿Qué niño de diez años hace eso? Pero el espíritu de superación es lo que me ha traído hasta Eurovisión. Y creo que es lo mejor que se lo puede enseñar a una persona joven. A creer en sí misma, a amar... y a bailar bajo la lluvia, como dice mi canción. Eso es la vida.