Paranoias en azul: Camila quiere vestir como su suegra Isabel II y no lo hace bien

Me quedé con la cantinela, porque hasta entonces sólo veía vestidos negros y esta semana, de repente, todo es azul. Un tinte aristocrático y muy lady que oscila del clarísimo que viste Camila del Reino Unido, al azulón de María de Dinamarca. Este tono conecta con conceptos como libertad, tranquilidad y estabilidad y además transmite calma, serenidad y confianza a su alrededor.

Sin embargo, aunque he recogido la teoría del azul, reconozco que la esposa de Carlos III de Inglaterra me produce inquietud e intranquilidad nada más verla. Reconocerán que con ese traje de chaqueta celeste quiere parecerse claramente a su suegra. Sin embargo, resulta ser una especie de sucedáneo estilístico de la gran Isabel II, sin sombrero ni accesorios molones y con una melena que en vez de rulos la peina con las puntas disparadas. ¿Los zapatos son una imitación del modelo 'Slingback' de Chanel, pero en modo descanso para no enseñar los talones? La respuesta me va a provocar una mayor desazón, así que prefiero dejarlo aquí.

Es mucho mejor el modelo celeste y negro de Mariló Montero que mezcla dos tonos opuestos en un vestido genial, que vende la plataforma 'made in Spain' Es Fascinante. El cuerpo camiseta y la falda con volumen es una solución favorecedora, práctica y muy estilosa.

El vestido abrigo de Matilde de Bélgica es un poco más subido de tono que los anteriores, pero en la senda de lo estilísticamente correcto y royal. ¿Por qué las reinas europeas combinan sus trajes de colores y estampados potentes con accesorios nude? ¿No sería mejor meterle algo de caña al look con complementos menos desvaídos? Tanta corrección deja una estampa floja, sin fuerza, pasada por agua.

Por eso he traído a las 'Puntadas con hilo' a Mary de Dinamarca, para algunos su traje será más morado, pero para una servidora daltónica es el típico azul royal, del diseñador danés Soeren Le Schmidt, aunque lo importante de la estampa es que lo combina con guantes y diadema, un accesorio muy en tendencia. Además, los zapatos no son de tacón descanso, como los de Camila, ni kitten heels, sino unos buenos stilettos de más de cinco centímetros. Eso es poderío y lo demás son tonterías.

El traje de Robert Pattinson es de Dior y se muestra como otro ejemplo perfecto para vestir en otoño de azul. Lo combina con camisa blanca, un básico que hay que tener a pares en el armario y siempre deben estar en perfecto estado de revista. Los zapatos son negros porque el azul, en cualquier variante cromática, hay que mezclarlo con el color más oscuro. No sé quién instauró que ambos tonos eran incompatibles, pero el señor Giorgio Armani nos enseñó hace mucho tiempo que son una pareja perfecta. Igual que la que hacen el actor y Suki Waterhouse, que acaban de ser padres. La actriz posa estupenda con su vestido selvático de mangas abullonadas, obra de Antonio Marras. Las hinchazones de tejido en los hombros y las caderas serán tendencia en la próxima estación de primavera-verano 2025. Ojo a las mangas, que no serán farol sino globo (Louis Vuitton) y a los pantalones, que se perfilarán más bombachos (Chloé) que en estaciones anteriores.