Carmen, una foto, por favor
«Cuando abro el armario de Chanel siempre sale algo», dice Carmen Lomana en su primer día de Cibeles
ROSA BELMONTE
Primer día de Carmen Lomana en Cibeles. Es sábado pero madruga. Va con mucho tiempo al desfile de Victorio & Lucchino. Necesita ese tiempo para llegar a Ifema desde el centro de Madrid y luego otro buen rato para atravesar el Cibelespacio. Es difícil dar dos ... pasos porque la petición de fotos es incesante , sobre todo por parte de los más jóvenes. Luego llegarán los profesionales. “A veces me gustaría saber el porqué de este fenómeno. Es que la gente joven me adora. Eso lo compensa todo, el pensar que para alguien puedo ser un referente me parece una maravilla. Pero no lo entiendo, porque no soy cantante de rock, no hago nada”.
De hecho, va acompañada de Irene, una chica de 16 años de Miranda de Ebro que leyó su libro y fue a verla a Logroño. Y Carmen la ha invitado a los desfiles, a los que Lomana está viniendo toda la vida, desde que se hacían en Atocha. “Era una época muy divertida porque era todo como muy natural. Era plena movida, que había que ver cómo iba vestido todo el mundo, empezando por Almodóvar, que era el rey del disfraz. Y todos. Y Olvido Alaska. Era una época en que Cibeles era divertidísimo”.
Y Carmen venía desde Londres o desde San Sebastián. “Era como de andar por casa pero había gente buenísima. Estaba Manuel Piña, Jesús del Pozo, Agatha, Elisa Bracci, Francis Montesinos. Era mucho más creativo todo. Manuel Piña era de morirse”. De morirse, pero en otro sentido también le parece el lugar donde se celebra Cibeles.”El mejor sitio ha sido el Retiro. O la estación de ferrocarril. Cualquier cosa menos Ifema. Primero porque está en el quinto pino. Puedes ir un día, pero imagínate si tengo que volver esta tarde, y luego es un sitio inhóspito. Tiene un ambiente muy enrarecido por la moqueta, por algo que te duele la cabeza y te sientes fatal como estés mucho tiempo. Y después, que tampoco hay un sitio agradable donde poder estar, donde poder comer. No me gusta nada. Voy porque soy súper leal a mis amigos. Pero no es un sitio que me guste”.
Parte del paisaje cibelino
De toda la vida. “Hay mucha gente que piensa que yo he salido como una seta. ¿Y esta de donde ha salido? Pues he salido de muchos sitios de muchísimos ambientes maravillosos cuando aquí todo el mundo era de lo más cateto. Me acuerdo que llevaba un pelo completamente cuadrado, y me paraban porque iba vestida de otra forma, iba peinada de otra forma. Ahora estoy mucho mas homologada pero entonces vivía en Londres y era muy enloquecida”.
De Cibeles como escaparate de la moda española, lo tiene claro: “Yo se lo he dicho a Cuca Solana. Mira a mí esto me parece que está muy bien para divertirnos, lo pasamos bien, nos encontramos los amigos, los diseñadores, ¿pero detrás de esta semana qué hay? ¿Cuánto es lo que repercute en ventas, en negocio? No hay una infraestructura de fabricación. Esto no es como Italia o Francia. Aquí se lo cargaron porque llegaron los grandes mayoristas ingleses y americanos a comprar para distribuir y no les sirvieron. El problema es que los diseñadores estarían encantados de vender pero no tienen producción. Tienen un pequeño taller con cuatro modistas que les hacen las cosas de encargo. Por ejemplo, Miguel Palacio. Me encanta. ¿Dónde hay una tienda que vendan lo de Miguel Palacio? Tienes que ir a su taller y si coincide que te sirve uno de los vestidos, pues te lo vende. O te lo hace a medida, que no hay cosa más rollo para mí que tener que estar probando, a no ser que te estés haciendo un traje de novia o algo así”.
«Soy diferente»
Y sigue: “A Cibeles hay que darle otro aire. Tiene que haber una producción detrás. Teníamos una industria textil fuerte en Cataluña que se ha ido al garete. Porque el diseño empieza por la tela. Y esto es una cosa muy de funcionarios del Estado, los que lo organizan, pero no gente que ama la moda. Y a la gente joven no se le da cancha. Yo he estado ahora en la pasarela de Valencia y he visto mucha gente joven que me ha encantado”.
En cuanto a su look, nos dice: “Hoy llevo un Chanel. Porque no tenía mucho tiempo de pensarlo y cuando abro el armario de Chanel siempre sale algo”.
De su éxito: “Yo creo que es porque soy diferente. Hay muchísimas mujeres fantásticas pero son todas iguales, son muy parecidas. Y luego hay también mucha vulgaridad y la gente está harta de mala educación, de vulgaridad y a lo mejor eso unido al sentido del humor y a una serie de cosas…”. Dentro del Cibelespacio, y antes del desfile, ve la foto de Burger King donde aparece posando con el King. “Pero si parezco Lady Di”.
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