Guía práctica para combinar los vaqueros según su color y acertar siempre

Uno de los puntos clave de su popularidad es su versatilidad para adaptarse a los diferentes momentos y situaciones por mucho que las modas cambien: si en los sesenta se llevaban con pronunciadas campanas; en los ochenta y noventa imperaban los de tiro alto y rectos. La oferta de patrones y modelos es prácticamente infinita, pero si se quiere acertar a la hora de encontrar el diseño que mejor se adapta a la figura hay que tener en cuenta ciertos aspectos como el tipo de corte y el tono. Y es que en este momento el abanico de colores es tan amplio que no hay espacio para el aburrimiento.

La duda para muchas surge en el modo de combinarlos para que destaque y se logre configurar un look en armonía y estiloso. Para todas las que buscan inspiración, se recopilan una serie de nociones que no fallan.

Un clásico, este tipo de vaqueros combinan con prendas de toda la gama cromática, pero si se busca un resultado sofisticado, el color camel, el gris perlado y los tonos hueso con jerséis oversize o camisas siempre son un acierto. Estos vaqueros también están asociados a looks campestres y combinan a la perfección con camisas de cuadros, blusas de flores y los tonos mostaza.

Las prendas básicas como las camisetas de algodón o los bodys están hechas para este tipo de jeans. El azul claro es un tono muy versátil que también se puede conjuntar con prendas más desenfadadas como sudaderas o cualquier tipo de print. Todos los colores de la gama cromática del azul irán a la perfección con los más claros, un contraste que puede resultar más elegante si se llevan botines (o stilettos), o más casual si se eligen unas zapatillas. Los pasteles también son otra de las alternativas más acertadas, desde los verdes menta a los rosas bebé y amarillo limón.

Resultan más informales que los que son en gris oscuro. Aunque se pueden combinar con negros o blancos, la mejor opción son los tonos cálidos, con los que se da un contraste muy interesante.

Uno de los más versátiles. Por un lado, los blancos combinan a la perfección; pero también los tonos con más fuerza como los fucsias, verdes, rojos o naranjas. El animal print -ya sea leopardo o cebra- y las prendas de estilo deportivo van a la perfección con los de este color.

Junto con el azul profundo se convierte en el tipo de vaquero más versátil. Un mismo modelo -de corte sencillo- puede adoptar multitud de estilos cambiando sólo los complementos. No hay tono de la gama cromática que se le resista.

Aunque el blanco nuclear es una tonalidad que cada año resulta más popular, los blancos rotos suelen verse más elegantes. Por un lado, se pueden lucir en estilismos de estilo rural con tonos cálidos como los marrones o beiges; y por otro con blusas coloridas en colores vivos como el salmón. Otra opción que supone todo un acierto es en versión ‘total look’.