Conchita Wurst, Valentino y el triunfo de la «normalidad»
La nueva musa de Jean Paul Gaultier cerró su desfile de Haute Couture en París
ana ureña
Pensábamos que nada podía superar lo de la novia embarazada de Karl Lagerfeld para Chanel Alta Costura. Entonces llegó Jean Paul Gaultier, y su novia con barba y vestida de negro. Así cerró el diseñador francés su desfile de Haute Couture de ayer en París. ... La novia en cuestión era la cantante austríaca y nueva musa del diseñador, Conchita Wurst. No es el primer desfile de Gaultier de la ganadora de Eurovisión 2014, ya que el último lo vio sentada desde la primera fila. Cambio de emplazamiento con cambio de look incluido, ya que Wurst lució un recogido sin el flequillo al que nos tiene acostumbrados. El resto de la colección tenía toques ochenteros, tejidos con bordados barrocos, transparencias, hombros marcados y lentejuelas que no estarían fuera de lugar en el próximo festival de la canción europea.
Siguiendo con las tendencias de este verano, para la costura del invierno 2014 de Valentino, se mantiene el maquillaje en su mínima expresión, con ojos casi sin pintar y labios nude. Mantenemos también la moda de las sandalias planas -que ya vimos en Chanel- pero en vez de flip flops (chanclas) son gladiadoras de cuero en su versión más delicada y alguna que otra estilo Birkenstock, quizás por eso de la moda normcore (normalidad extrema) que tanto está gustando. Aunque Valentino, de «normalidad extrema», tiene poco. Minimalista en los cortes y depurado en las líneas, pero con una gran riqueza en los tejidos, como nos tienen acostumbrados los directores creativos de la Casa, Maria Grazia Chiuri y Pier Paolo Piccioli.
La sucesión de vestidos túnica fue al son de una pieza de música clásica titulada «La vérité ou la mort» (La verdad o la muerte). La verdad es que a muchas de las modelos habría que darles una master class para que aprendan a desfilar con calzado plano, ya que parecen haber perdido la habilidad de andar sin tacones de vértigo.
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