Los Grandes Duques de Luxemburgo, de boda en la Costa del Sol

Casi cuatro meses después de su discreto enlace civil en el Ayuntamiento de Luxemburgo, al que asistieron los familiares más cercanos de la pareja, la ceremonia religiosa tuvo lugar ayer en la ermita del Santo Cristo de Marbella -un templo levantado en el siglo XVI y posteriormente ampliado en el XVIII- y contó con cerca de 300 invitados .

Entre los presentes, no faltaron a la cita los primos de la novia , el Gran Duque Heredero Guillermo de Luxemburgo y su mujer, Estefanía de Lannoy ; el Príncipe Félix , que acudió con su esposa, Clarie Lademacher ; el Príncipe Louis -quien se divorció a principios de año de Tessy Antony, después de diez años de matrimonio-, así como la Princesa Alexandra y el Príncipe Félix.

En declaraciones previas a «¡Hola!», la Princesa Marie-Gabrielle explicó que se habían decidido por la Ermita del Santo Cristo porque le parecía «el lugar ideal» para celebrar su unión. «Hay un paseo maravilloso de flores para llegar hasta la ermita, que tiene una preciosa imagen de la Virgen María. Allí bendeciremos nuestro amor», afirmó la contrayente. Además, comentó que quería que sus invitados disfrutaran de la celebración en «la intimidad y en un entorno natural» , razón por la que el banquete nupcial y la posterior fiesta tuvo lugar en Llanos de Belvis , una finca ubicada en el municipio de Istán, donde vive Marie Caroline Willms , la hermana mayor del contrayente, junto a su marido, Sandro Bremme Gamazo , quien explota la propiedad para la elaboración de aceite de oliva, así como la organización de eventos privados.

Antes del gran día, el pasado viernes por la noche tuvo lugar la fiesta de preboda , que consistió en una cena junto al mar. Por allí desfilaron, relajados, bronceados y muy sonrientes, buena parte de los invitados al enlace, entre los que no faltaron los Grandes Duques , que departieron con Gunilla Von Bismarck y Luis Ortiz . La Gran Duquesa María Teresa eligió para la ocasión una túnica con estampado geométrico, mientras que el Gran Duque Enrique llamó la atención por su llamativa combinación de colores verde y rojo.