La primera decisión conservadora de la Duquesa Catalina

La Duquesa Catalina se ha mostrado, una vez más, prudente, cuando no conservadora para muchos, en su decisión . Solo una de las cinco organizaciones en las que se involucrará como voluntaria y miembro del consejo era desconocida hasta ahora. The Art Room (la sala de arte) es una pequeña ONG de Oxford fundada en 2002 que emplea aulas artísticas para ayudar a menores de 5 a 16 años que presentan dificultades emocionales o de conducta.

Se calcula que el apoyo de un miembro de la Familia Real puede implicar una avalancha de donaciones de cientos de miles de libras, además de carreras, empujones y paparazzi para no perderse ninguno de los eventos que organice. Una revolución, sin duda, para esta humilde organización en la que trabajan 14 personas. El impacto será menor, sin embargo, en otras dos de las elegidas. La National Portrait Galllery es uno de los museos más visitados de Londres , con casi dos millones de visitantes cada año, que recibe además unos ocho millones de euros de las arcas públicas. Sin duda que nuevos donantes anónimos y desinteresados llamarán a sus puertas ahora, con la esperanza de ser agradecidos por la princesa en persona. Pero la elección no supone una convulsión en la vida del museo, más allá de colgar una cotizada y bella nueva obra.

La asociación de Scouts del Reino Unido moviliza a 500.000 niños británicos , y goza de una excelente salud desde que fuera fundada en 1907 por el barón Baden-Powell (no confundir con el guitarrista brasileño). La propia reina Isabel II se sumó en 1937 a la Primera Compañía Guiada del Palacio de Buckingham. La organización se ha desembarazado de sus connotaciones militares de antaño, y tendrán ahora una princesa como monitora en sus colonias para niños de 6 a 10 años, la franja elegida por Catalina.

«Es una pena que las entidades elegidas por Kate sean tan establecidas», se lamentaba esta semana Rosemary Bennett, experta en asuntos sociales de «The Times».

Las dos últimas organizaciones se dedican a causas «tradicionales», como las personas con problemas de adicción que trata Action on Addiction (acción conbtra la adicción) -con 140 empleados- y los niños con enfermedades graves, como los que atienden en los hospitales para niños de East Anglia , una red de centros que emplea a 220 personas y que recibe unos 8 ó 9 millones de euros cada año.