Malú: «Siento que he vivido bajo mucha presión»

—¿Este «Caos» viene de una confusión interior o de lo que ve en el exterior?

—El caos surge cuando tienes que poner en pie algo nuevo y no sabes por dónde empezar. No encuentras un lugar por el que encaminarte y hacia dónde ir, y estás en un estado de confusión absoluto. Este disco me costó muchísimo, había mucho desorden en mi cabeza, era como que nada parecía suficiente, nada me valía, nada era lo que yo quería... Todo era muy difícil. Parecía imposible que fuera capaz de terminarlo.

—¿Es entonces una reflexión sobre su pasado?

—Sí, aunque con muchos matices. Si echo la vista atrás, veo que he vivido bajo mucha presión. Desde que cumplí los 15 años tuve que tomar demasiadas decisiones. Recuerdo jornadas eternas, cosas que no salían... Al final, de lo que me siento orgullosa es de haber llegado hasta aquí psicológicamente bien.

—Hay muchos artistas que optan por repetir una misma fórmula cuando les funciona. ¿Usted se ve cómo uno de ellos?

—No, porque realmente no he encontrado mi fórmula.

—Sobre todo, Malú ha nadado en la música latina. ¿Le influye algo la música anglosajona?

—Sinceramente, no sé qué es lo que más me influye. Yo escucho de todo, porque me encanta la música. La realidad es que hay tanto para disfrutar.... Para cada día, cada momento, cada estado de ánimo, cada energía, para lo que quieras hacer... La música te puede acompañar en lo que desees. Siempre digo que mi iPod no se pone en modo aleatorio, porque me salte flamenco o heavy, como Iron Maiden.

—¿Le gusta crear complicidad con el oyente?

—Lo bonito de la música es que nos sirve como terapia. Una canción nos acompaña, incluso en otro idioma que no entiendes. Pero esa canción te sigue en el momento en que más la necesitabas. Realmente, lo que a mí me gusta de los discos y de las canciones es encontrar ese equilibrio en el que alguien que haya vivido una historia semejante se pueda sentir acompañado, ese momento de terapia; o incluso alguien que no haya sentido esa historia, también se pueda sentir identificado. Yo las llamo canciones abiertas. Abiertas a la interpretación que tú necesites dar en cada momento. Eso es lo que hace a un disco completo.

—En su caso, ¿escribe más desde la pena que desde la alegría?

—Creo que muchas veces nosotros mismos nos buscamos nuestros propios dramas, porque de ahí salen verdaderas bellezas. La canción «Guerra Fría» venía con un final más en positivo, con un mensaje del tipo «esto me ha reventado, pero he salido reforzada». Pienso que «Caos» refuerza muchísimo más todo eso. Ya no sólo hay canciones de desamor y de sufrimiento, sino que también hay un mensaje en positivo y mucha alegría.

—¿Qué supuso tener un tío como Paco de Lucía?

—A mi tío yo no le pedía nada, porque siempre me daba mucha vergüenza hacerlo. En mi familia todos son exigentes y muy críticos. Y mi tío jamás me decía nada, que era lo mejor que te podía decir. Si callaba, es que eso estaba bien. Para mí era un referente, alguien con quien tenía una relación, al que admiraba, al que adoraba. Sin decir nada, a mí me inculcó un respeto extremo hacia el escenario y hacia el público, como una exigencia máxima conmigo misma para darlo todo.

—¿Ha sido Alejandro Sanz la figura clave en su carrera?

—Me dio tres temas maravillosos en mi primer disco. Me dio «Por eso soy aprendiz» y esa canción es como mi niña mimada. Alejandro cumplió un papel muy importante por aquel entonces, que fue abrir una senda en la creación de un disco que no sabíamos por dónde empezarlo.

—Usted ha tenido un papel muy importante en el programa «La Voz». ¿Se siente cómoda como coach?

—Sí, tenía la tranquilidad de que me respaldaban unos años de escenarios y de carrera. Aún así, la realidad es que no estamos allí para decir a los participantes cómo deben proceder. La mayoría son artistas que ya tienen las cosas claras, que saben cómo cantar, que conocen su potencial. Tú, desde tu experiencia personal, les aconsejas. Y me gusta porque es un formato muy blanco y muy real.