Los hijos del escándalo
Lusi Alfonso de Borbón y los hermanos Medina son algunos de los famosos que han guardado buena imagen a pesar de las actuaciones de sus padres
Al contrario de lo que pueda pensarse, no han tenido una vida fácil. Si bien fueron afortunados por venir al mundo en el seno de una familia acomodada, posteriormente se han visto obligados a salir adelante echándose a la espalda los errores de sus progenitores. ... Y han sacado fuerzas de flaqueza para fraguarse un porvenir y superar las circunstancias que una vez marcaron trágicamente sus vidas.
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Es el caso de Álvaro Falcó Chávarri quien, tras el revuelo por la separación de sus padres en 1995, ha conseguido crecer ajeno a los medios y seguir adelante con su vida de la manera más anónima posible: estudió Publicidad y Relaciones
Tanto Luis Alfonsod e Borbón como los hermanos Medina abandonaron España
Públicas y actualmente trabaja en la agencia de publicidad MacGuffin. Y todo ello a pesar de que su madre protagonizara a finales de los ochenta el mayor escándalo romántico-financiero del país. Marta Chávarri Figueroa, hija de diplomático y bisnieta del conde de Romanones, se casó en 1982 con Fernando Falcó y Fernández de Córdova , marqués de Cubas, de cuya relación nació Álvaro, su único hijo.
La unión de la pareja, que durante un tiempo fue la envidia de todos, saltó por los aires cuando se hizo público que la marquesa de Cubas estaba viviendo un amor clandestino con Alberto Cortina, consejero delegado de Construcciones y Contratas y esposo de la multimillonaria Alicia Koplowitz.
Padres ejemplares
También la figura materna jugó un papel primordial en la vida de Luis Alfonso de Borbón Martínez-Bordiú . Un joven que, ya desde niño, tuvo que convivir con las ausencias. Primero la de Carmen Martínez-Bordiú, su madre, quien, tras divorciarse del duque de Cádiz en 1982, les abandono a él y a su hermano por el anticuario francés Jean-Marie Rossi , quedándose ambos a cargo de su padre; después la de su hermano Fran, fallecido en Pamplona tras un grave accidente de tráfico; y por último la de su padre, muerto mientras esquiaba en las pistas de Vail, en Colorado, cuando un cable metálico le seccionó el cuello.
Sin duda, unas trágicas circunstancias que Luis Alfonso ha dejado atrás para disfrutar hoy en día de los tres hijos que ha tenido con la rica heredera venezolana Margarita Vargas Santaella, junto a la que ha encontrado la estabilidad de un hogar que le fue arrebatado en su tierna infancia.
Tras desarrollar distintos cometidos fuera de España, Luis Alfonso regresó en 2010 a nuestro país para hacerse cargo de la vicepresidencia internacional del Banco Occidental de Descuento.
Condenas y celdas
Tampoco lo han tenido fácil las hermanas Goyanes, Carla y Caritina , que vivieron el duro trance de ver a su padre metido entre rejas. El empresario Carlos Goyanes pasó casi cinco meses privado de libertad tras ser encarcelado como presunto implicado en la Operación «Mago» contra el narcotráfico , acusado de tráfico de drogas. Tras ese lamentable episodio, la familia se recompuso, arropada por sus amigos y familiares, y nunca más se volvió a hablar del tema.
Carla, que jamás había pensado dedicarse a la moda, se convirtió de la noche a la mañana en la imagen de Don Algodón, y su cara angelical y su larga melena rubia fueron la referencia de la firma durante años. Consciente de que el mundo de la moda es efímero, la joven estudio además la carrera de Empresariales. Tras varias relaciones fallidas, en la que se incluye un amor de verano con el torero Francisco Rivera Ordóñez, Carla se casó con el empresario Jorge Benguría el año pasado. Con él se ha mudado a Miami, donde acaba de dar a luz a su primer hijo, «Carlitos».
Por su parte, Caritina, la menos conocida de las hijas de Carlos Goyanes y Cari Lapique, se licenció en Derecho y actualmente dirige con éxito el catering «Six-Sens». Está casada con Antonio Mato y es madre de un niño, «Pedrito».
Marta Chávarri convirtió a Alberto Cortina en su amante
El actual duque de Feria, Rafael Medina, y su hermano Luis son otro claro ejemplo de cómo el comportamiento irresponsable de un progenitor puede marcar la vida de unas inocentes criaturas.
Rafael Medina Fernández de Córdoba, duque de Feria y marqués de Villalba, sufrió fuertes depresiones desde que fuera condenado por corrupción de menores y tráfico de drogas , por lo que ingresó en prisión en 1993. En 1995 salió de la cárcel y en 1998 intentó suicidarse cortándose las venas. Finalmente el aristócrata falleció, en extrañas circunstancias, en agosto de 2001 en el palacio sevillano de la Casa de Pilatos.
Ante este panorama desolador, Naty Abascal, madre de ambos, decidió con todo el dolor de su corazón separarse de sus hijos para que estudiasen fuera de España, manteniéndoles así alejados del escándalo. Y tanto sacrificio dio su fruto. Hoy en día Rafael, casado con Laura Vecino y a punto de ser padre, y Luis son dos hombres preparados que triunfan en el mundo de los negocios, orientados a la moda.
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