Elon Musk empieza 2021 como el hombre más rico del mundo

Hasta ahora, la pandemia había premiado a Jeff Bezos (Amazon) pero el caos del Capitolio ha puesto en órbita a Elon Musk , el nuevo Zeus económico, la mayor fortuna del mundo: 167.000.000.000 de dólares. Y lo escribimos así para que se dejen impresionar por la ristra de ceros.

Nacido en Sudáfrica, nacionalizado canadiense y norteamericano, Musk -que cumple 50 años el próximo 28 de junio- es un hombre de gustos e ideas poco corrientes: se le considera un excéntrico y un visionario. De hecho, es tan excéntrico y tan visionario que, de ser pobre, se le acusaría de estar pirado: perfora el planeta para construir túneles de presión para sus trenes bala (Hyperloop), cubre la atmósfera con una red de satélites para crear su propia internet (Starlink), prepara la conquista de Marte con su flota de naves (SpaceX). Gracias a sus inventos se puede pagar sin tocar un billete (PayPal) y comprar un coche eléctrico a cambio de un riñón (Telsa), metafóricamente hablando, claro. Por ahora.

Casado y separado en dos ocasiones, de Justine Wilson (2000-2008) y Talulah Riley (2010-2016), parece haber escarmentado del precio de cada divorcio y, desde entonces, ha optado por el amor en un estado económicamente menos comprometido. Primero, con la actriz Amber Heard, la súper heroína de «Aquaman», que forma parte del universo Marvel del que indirectamente participa el propio Musk, ya que Robert Downey Jr. supuestamente se inspiró en él para el personaje de Tony Stark en «Iron Man»; después, con la cantante Claire Boucher , más conocida por su nombre artístico, Grimes .

Con ella ha sido padre por séptima vez . Fue el pasado mayo, en primavera. No sabemos si son alérgicos y toman alguna medicación, pero lo cierto es que a la criatura la llamaron como si fuera un nuevo prototipo de la compañía: X AE A-12 . La X por incógnita, la AE como variación en élfico de Inteligencia Artificial y A-12 porque es el modelo de avión que Lockheed apodó «Arcángel», canción favorita de la madre. Como decía la comensal envidiosa de «Cuando Harry encontró a Sally», yo quiero tomar lo mismo que ella… El nombre es impronunciable, incluso ilegal en algunos estados. Pero si hay algo que sabemos de Elon es que para él, l as normas están para saltárselas : a golpe de ideas geniales o a golpe de talonario, según se tercie.

Un buen magnate debe cuidar el aura de misterio que lo rodea. En eso, como en sus negocios, es un genio: lo mismo protagoniza un «cameo» en una loca serie de animación como «Rick y Moriarty» que contrata a un «cuidador de Twitter» , red en la que trolea a sus «trolls», creando noticias falsas, o contesta personalmente a las quejas de los clientes.

Es adicto al trabajo: reconoce que hacen falta jornadas de 13 horas para lograr el triunfo. En los años 90, antes de vender su primera compañía, Zip2, por 300 millones de dólares, dormía en la oficina y se duchaba en los hostales de YMCA. Tiene el monopolio de la toma de decisiones en sus empresas y registra cada paso de sus empleados. Aplica la misma política en sus matrimonios: sus ex le acusan de ser extremadamente controlador. Su primera esposa confesó que incluso decidía el color de su pelo, cada vez la quería más rubia, y que la trataba como su fuera una empleada: «Si fueras una empleada, te despediría», fueron las palabras con las que Tusk provocó su primer divorcio.

Una curiosidad: invierte miles millones en I+D pero no dilapida su fortuna. Su inspiración es más bien el Tío Gilito: que se sepa, no sólo no quiso hacerle descuento a su sobrina cuando se compró un coche, es que ha dado la orden de que a la familia, ni agua.