La duquesa de Alba defiende su amor
Un nuevo comunicado para anunciar que no «existen planes de boda», pero que no está dispuesta a renunciar a su felicidad con Díez fue el que ayer mandó Cayetana a los medios. Una vez más sale en defensa de su cuestionado amor
Fin de semana en Ronda para ver, o mejor dicho admirar, a su querido Cayetano Rivera y vuelta a Madrid para pasar el tiempo justo por el palacio de Liria, dictar un comunicado a su abogado, Javier Saavedra, y hacer las maletas, dado que hoy ... viaja a Ibiza junto a su novio, el funcionario Alfonso Díez, con quien piensa pasar cinco días en la isla balear en compañía de otro matrimonio.
Superado el disgusto que Cayetana se llevó la semana pasada con su hija, Eugenia, que no pudo soportar cómo su madre casi suplicaba a Díez que no la dejara y de ahí que tuviera unas palabras con el «entrañable» amigo, hoy la aristócrata recupera fuerzas y se vuelve a mostrar firme y segura en su relación sentimental.
Estos días se ha hablado y mucho sobre la posibilidad de que Díez pudiera dejar a la duquesa, «abrumado por las presiones» y «desencantado al ver cómo todos le critican», según han comentado cercanos. A esa posibilidad se ha sumado la aparición en un programa de Telecinco de una conversación telefónica que el funcionario pudiera haber mantenido con la duquesa (sólo se escucha su voz), mientras esperaba viajar en Ave rumbo a Málaga el día de las inundaciones que cortaron la vía del tren.
Cansada de que hablen y opinen otros (algunos muy cercanos), la octogenaria Grande de España mandó ayer un comunicado para afirmar que «Alfonso Díez es la persona que me hace feliz y que nuestra relación se basa en el amor, cariño y respeto, no estando dispuestos a renunciar esta felicidad aunque no existan planes de matrimonio». Dolida por lo que considera una «gravísima intromisión en nuestra intimidad por parte de un programa de televisión» (se refiere al espacio de Telecinco «Sálvame», que conduce Jorge Javier Vázquez), anuncia que, «aunque creo y defiendo la libertad de expresión, debo pedir que cesen las intromisiones e insinuaciones falsas e interesadas que desvirtúan lo que es un amor basado en el cariño y respeto mutuo y cuyo único objetivo es darnos felicidad y compañía», no sin antes aclarar que «las decisiones que he tomado durante mi vida han sido de manera responsable en beneficio tanto de mi familia como de la Casa de Alba».
Una vez más la aristócrata sale en defensa de Alfonso Díez en una batalla que protagoniza sola y que tan preocupada tiene a su familia. No es para menos.
Cayetana Fitz-James insiste en esa carta en que es «consciente de que soy la depositaria de un legado que debo transmitir a mis hijos», con el fin de tranquilizar a cuantos piensan que su herencia podría tener otros destinatarios. Avisa que tomará medidas legales para que respeten su intimidad y se despide con su firma, Cayetana Alba, en lo que espera sea un final.
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