Carla Bruni: ventas al por menor
Carla Bruni: ventas al por menor
El horno de la música desde luego no está para bollos. Y menos para delicatessen poperas a la francesa. Ni siquiera para los deliciosos y crujientes cruasanes de un desayuno, con más o menos diamantes, en el Palacio del Elíseo. La crisis llega para todos, ... aunque uno (bueno, una) se llame Carla Bruni, componga y cante moderadamente bien, y sea la señora esposa del Presidente de la República, Nicolas Sarkozy.
Está la industria discográfica como hacer cuentas, y menos aún las de la lechera. Cuentas que según ha recogido la prensa francesa y que reproducía ayer la agencia Dpa, no le han acabado de cuadrar al sello musical Naïve con el último disco de Carla, «Comme si de rien n´etait», del que confiaban vender más de ciento sesenta mil copias y de momento se tienen que conformar con la mitad, lo que no ha impedido que el álbum sea uno de los más vendidos del verano, aunque sí es de suponer, por mucho que don Nicolas mande la Gendarmería a por los manteros, que sí será uno de los más pirateados, sobre todo por estos pagos donde el copieteo musical es un vicio nacional.
Tal vez, la «escasa» venta (en España muchos se conforman hoy en día con llegar a los diez mil ejemplares facturados) se deba a la forzosa poca disponibliidad de la primera dama francesa en cuanto a sus actuaciones en directo, debido a los evidentes problemas de seguridad. Problemas que a buen seguro no va a tener en la BB2, canal de la televisión inglesa donde Bruni va a actuar el próximo día 16 en un programa en el que también se espera la presencia de Paul McCartney (los divorcios son caros) y los compañeros del metal por excelencia, Metallica, como su propio nombre indica, de los que por cierto no se sabe si se les pusieron los pocos pelos que les quedan de punta al conocer con quién iban a compartir escenario.
El caso es que a Carla le gustan los retos, y si en su segundo y estupendo disco, «No promises», interpretado en inglés, cantó textos de poetas como Yeats, Auden, Dorothy Parker yEmily Dickinson, en el nuevo se ha atrevido con «La possibilité d´une île», con letra de Michel Houellebecq, y con el «You belong to me» de Bob Dylan que ya es mucho atreverse. Los beneficios de las ventas del disco iban a ser destinados a obras benéficas, y si Carla Bruni se decide a «moverlo», como lo llaman los músicos, seguro que llega al tres, al dos o al uno, como decía el recordado Joaquín Luqui. El caso es que los medios galos parecen empeñados en demostrar que Carla Bruni no se ha comido tantas roscas como esperaba. Musicales y discográficas, evidentemente.
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