Alba Carrillo pierde los nervios ante Feliciano López en los juzgados

Según cuenta Beatriz Cortazar en la revista Corazón, « cada uno llegó acompañado por su respectiva abogada y con gesto serio , dada la situación mediática que se ha organizado en torno a su divorcio y la batalla económica que no ha hecho más que comenzar. En el juzgado hubo mucha tensión y hasta lágrimas. Feliciano llegó serio y salió más sonriente . Alba, al revés. En el interior del mismo, la situación fue otra».

Entre los momentos de tensión destacan el encontronazo que provocó la modelo con el tenista al acercarse para preguntarle directamente a la cara todo lo que ha ido desgranando estos meses «sus contínuas infidelidades». Alba no pudo reprimir su espontánea manera de comportarse. Por eso le dijo a Feliciano, mirándole a la cara, que sabía los nombres de todas las mujeres que habían estado con él durante sus meses de matrimonio . «Le dije que me mirara a la cara, pero no contestó a nada. Se quedó blanco. Solo me dijo que no le montara un pollo y, te aseguro, mi tono era tranquilo. Ahí está Teresa para confirmarlo», explicaba Carrillo tras la vista, a Cortázar. « Feliciano me ha hecho daño donde más me duele, en la familia. Y me siento una mujer humillada . No quiero que se vaya de rositas y, por eso, voy a darle donde sé que le duele, en el dinero», asegura la modelo.

Por otra parte, Alba pese a su comportamiento que deja ver que sigue con algo de despecho, niega que siga enamorada del tenista y sostiene que hoy solo tiene dolor por lo que ha vivido. A la espera de saber cómo pueden llegar a ese acuerdo sus respectivas abogadas, lo cierto es que la comunicación entre el matrimonio volverá a ser inexistente dada la situación que vivieron esa mañana.«Sé los nombres de todas las mujeres que han estado con él. Es un cobarde por no contestarme», añade Alba. « Claro que he cometido muchos errores en estos meses, pero todos son fruto del enorme dolor que siento», asegura. Volver a encontrarse con el tenista puede que le haya servido para soltar mucho de lo que tenía dentro y también para entender que no hay vuelta atrás, aunque todavía no lo haya superado.