Xenia, la hija de Varufakis, que le dijo: «Papá, me has desgraciado la vida»

La revista australiana «The Australian Financial Review» ha revelado datos desconocidos de la vida de Yanis Varufakis en este país, donde desde 1988 hasta el año 2000 impartió clases de Teoría Económica y Filosofía Política en la Universidad de Sídney y tuvo su propio programa radiofónico en la radio estatal australiana, SBS. No hay que olvidar que Australia es el país donde hay mas inmigrantes griegos desde el siglo XIX. De acuerdo con el censo de 2011, existen 378.000 personas de origen griego y 99.000 australianos nacidos en Grecia.

Varufakis es un magnífico profesor y sus clases en Australia estaban siempre llenas, según recoge dicha publicación. Pero comenzó a criticar la política conservadora del entonces Gobierno presidido por John Howard y denunció que aprobó una enmienda parlamentaria en una noche únicamente para retirarle de la radio por haber criticado su política.

Pero Varufakis declaró recientemente que se siente unido a Australia no solo por tener pasaporte australiano, sino porque su única hija Xenia vive todo el año en Sídney. Y en otra entrevista describió tres momentos claves de su vida: el primero fue cuando decidió hacer carrera en el mundo académico. El segundo cuando perdió a su hija. «Mi hija es el resultado de una situación que siempre critiqué en las parejas que aunque estaban a punto de separarse, tenían un hijo juntos. Lo encontraba vergonzoso. Hasta que me ocurrió a mi… Había decidido con mi (primera) mujer separarnos tras diez años de matrimonio, cuando repentinamente se quedó embarazada. Intentamos estudiar la posibilidad de seguir juntos por el bien de la niña. Vivimos juntos un año, en Atenas, precisamente, pero no funcionó. Su madre, que es de origen griego aunque con mas raíces en Australia, decidió regresar a Australia llevándose a Xenia», lamentó abiertamente el titular de Finanzas heleno.

Varufakis ha descrito que habla todos los días con su hija, hay días que hasta una hora y cuarenta minutos por Skype. Cuenta como la niña se niega por el momento a hablar griego y que hace poco le llamó por teléfono «enfadada con los persas, que fueron lo bastante tontos como para dejar que Alejandro Magno les venciera». ¿Y porque estaba tan enfadada? Porque tiene clases de griego cada lunes y viernes…