Isabel Pantoja, preocupada por el embarazo de su hija

El pasado lunes por la tarde Chabelita volvía a Cantora tras pasar tres días junto a su novio Alberto Isla en la casa de la madre de éste en Sanlúcar. Su plan era irse los dos a un hotel para celebrar la mayoría de edad de la joven pero ante la presencia de muchos reporteros que seguían su pista optaron por frenar el coche y cambiar de idea. En su sueño se quedaba esa escapada de enamorados con parada en El Rocío incluida. El revuelo era de órdago y el temor a que el embarazo sufriera ese estrés les hizo cambiar y encerrarse en el piso de la madre de Isla, señora que aún no conoce a Isabel y que al igual que ella es viuda. Para Isabel as cosas han de ir despacio y después del desengaño que han vivido con Jessica Bueno hoy cada día se fía menos de la gente. Está herida y sin cicatrizar por eso prefiere darse un tiempo antes de empezar a estrechar lazos que no sabe cómo acabarán.

Como decía hoy la principal obsesión de Isabel es que el bebé no se malogre. Le preocupa mucho la juventud de su hija y los cambios que está sufriendo en su cuerpo. Isabel la sigue viendo como una niña y ahora tiene que hacerse a la idea de que la pequeña de casa le va a hacer abuela tan pronto. Podían haber optado por otra solución pero nunca se lo plantearon. Lo único que la cantante quiere es convencer a su hija de que no acelere nada por este embarazo, que siga en casa con ella, viéndose los fines de semana con su novio que está en el colegio y que esperen para vivir juntos. A fin de cuentas son dos adolescentes sin ingresos ni profesión y por muy enamorados que estén todavía tienen que arreglar su futuro para poder pensar en un proyecto en común. Eso es lo que la tonadillera les repite a los dos y lo que espera que hagan.