Kate Moss: «No estoy acabada, aún no he terminado»

«No es una biografía. No quiero que sea una mirada atrás , porque todavía no me siento acabada, aún no he terminado. Aunque es un auténtico libro de madurez. ¡Por fin he madurado!», dice Moss en una entrevista que sirve como introducción a esta retrospectiva monumental rebosante de imágenes de revistas, anuncios o material gráfico realizado por Richard Avedon, Bruce Weber, Herb Ritts, Peter Lindbergh, Mario Testino y un extenso etcétera de ilustres retratistas.

«Kate Moss» no es precisamente una biografía, aunque revela mucho sobre la particular relación de la modelo con los hombres más importantes de su vida. Realizado con la colaboración del padre de su hija , el editor de moda Jefferson Hack, el libro está dedicado a su marido, el músico de The Kills Jamie Hince, y cuenta con numerosas tomas realizadas por el fotógrafo y «niño terrible» Mario Sorrenti , su pareja durante los años en que ella reinó como imagen del perfume Obsession de Calvin Klein. Para colmo, en él Moss habla sin tapujos sobre su mediático romance con el actor Johnny Depp.

«Johnny me enseñó mucho sobre la fama, me decía “nunca te quejes, nunca des explicaciones”. Por eso no uso Twitter ni cosas así. No quiero que la gente sepa lo que es cierto todo el tiempo, y eso es lo que mantiene el misterio, explica la diminuta top model. Incluso se anima a lanzar un dardo a la exmujer de Depp , la actriz y cantante francesa Vanesa Paradis. «Querían a Vanesa para la campaña de Calvin Klein. Pero ella dijo que no. Le pregunté a Paul Cavaco “¿crees que debería hacer este trabajo?”. Y él respondió: “Sabes qué, eres tan bajita que quizás no dures. Todo podría acabar en una temporada. Coge el dinero y corre”. Trabajé con Calvin ocho años», revela en esta entrevista inédita que concedió a su amiga y ex asistente Jess Hallett en su hogar familiar de Highgate (Londres).

A sus 38 años, y con una fortuna personal estimada en 50 millones de euros, Moss se puede dar el gusto de regalarnos perlas explosivas como «de adolescente odiaba mis tetas más que cualquier otra cosa», o «solía estar en aeropuertos todo el puto tiempo. Ahora no podría hacerlo, estaba chiflada».

Al igual que el «tweed» de Chanel o las faldas «evasé» de Dior, Kate Moss no pasa de moda. Todo lo contrario, la modelo británica ha sabido conquistar a las quinceañeras del siglo XXI sin perder el favor de las adolescentes que se enamoraron de ella en 1990 con aquella portada mítica de «The Face» . Ayer fueron subastadas tres imágenes de su primera sesión de fotos , realizada en 1988, por más de 7.000 euros. Se triplicó su estimación. «Nunca voy a volver a tener dieciocho, cuando podía posar sin maquillaje, pero no es que no quiera tener arrugas, porque creo que es importante tener tu propio rostro», dice. «“Espera, no he acabado”. Ese podría ser el título de mi libro». Una vez más, Moss promete ser un éxito de ventas.