La nueva forma de aplicar el colorete para un efecto 'lifting'

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Araceli Nicolás

Frente al abuso de los filtros de Instagram, muchas famosas aprovechan la red social para mostrarse al natural y sin maquillaje. Salma Hayek, Paz Vega, Jennifer Lopez o Judit Mascó son algunas de las celebrities que comparten sus fotos sin filtros y con la cara lavada. Pecas, manchas, arrugas, granitos... demuestran que detrás de esas celebrities de imagen impecable en la alfombra roja, se esconden mujeres reales.

«El colorete ya no es aquella intención de aportar solo un toque de color al rostro para dar un aspecto saludable. Ahora va mucho más allá y se utiliza para crear dimensión al pómulo», explica la maquilladora Cristina Lobato.

Para crear el efecto de un rostro más anguloso, la maquilladora Cristina Lobato aconseja utilizar tres productos: «los polvos bronceadores, en un color similar al tono de la piel, para que ayuden a crear profundidad, el iluminador para dar volumen, y el colorete para aportar color».

Después de haber maquillado el rostro con la base de maquillaje, la experta recomienda «aplicar un iluminador en crema o líquido, este formato se funde mejor con la piel y queda más natural. A continuación, se aplica el bronceador desde la mitad del pómulo, justo debajo del hueso, hacia la parte alta de la oreja. Hay que elegir un tono natural, que vaya en armonía con el subtono de la piel y difuminar bien. Por último, el colorete, usando dos tonos en la misma gama. El más claro se aplica en la zona central del pómulo y el más oscuro en la zona más cercana a la oreja y a la sien para realizar un 'contouring' muy natural».

El 'blush draping' se asemeja al 'contouring', la técnica de maquillaje que popularizaron las hermanas Kardashian, y que consistía en combinar tonos claros y oscuros de base de maquillaje para estilizar las facciones.

Además del clásico colorete en polvo, también es posible encontrar el formato líquido y crema (en barra normalmente). Elegir uno u otro depende, principalmente, de los gustos personales. Pero en general, el colorete en polvo proporciona un acabado mate, que les va muy bien a las pieles grasas, mientras que el líquido suele quedar más jugoso, y por lo tanto es más apropiado para las pieles secas y maduras. Este último, además, se funde más fácilmente con la piel.

Otra cuestión importante es acertar con el tono del colorete para conseguir un rostro perfcto. La maquilladora Cristina Lobato recomienda «los tonos rosados o melocotón para las pieles frías (las venas se ven azules), y los marrones, ocres, bronces, naranjas o corales, para las pieles cálidas (las venas se ven verdes)».

La idea es que el colorete se integre lo máximo posible con la piel, para conseguir un maquillaje natural, que ayude a disimular imperfecciones, y saque el máximo partido del rostro.