Las mejores cremas solares para el verano: rostro y cuerpo protegidos

Araceli Nicolás

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08/08/2025 a las 13:20h.

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En verano la crema solar se convierte en el cuidado imprescindible para la piel. El sol no solo provoca quemaduras y cáncer de piel, también es responsable de las manchas y del envejecimiento prematuro, al degradar el colágeno. La fotoprotección es la mejor aliada para disfrutar de unas vacaciones a salvo de los efectos dañinos del sol. A la hora de elegir los productos, la oferta es enorme, de forma que lo más sensato es buscar el que más se adecúe a nuestra piel y a nuestras necesidades.

Hay que fijarse en diversos aspectos: en primer lugar, en el factor de protección (FPS o SPF), que mide la protección frente a los rayos UVB, los que provocan quemadura. Lo recomendable es elegir un mínimo de 30, para fototipos medios (la piel más habitual en España) y de 50 o 50+ para fototipos bajos (las personas con piel clara, ojos claros, pelo rubio, pecas, y con patologías como dermatitis, rosácea o manchas). En segundo lugar, también es necesario que el producto incluya protección frente a los UVA (responsables de las manchas, arrugas, etc), algo que debe estar indicado en el envase y packaging. Además, cada vez más expertos aconsejan que también proteja contra luz visible e infarrojos, principalmente en pieles con manchas, como el melasma.

Es necesario diferenciar entre rostro y cuerpo, aunque algunas marcas ofrecen productos que sirven para ambos. La fotoprotección para el rostro debe adecuarse al tipo de piel y sus necesidades: seca, grasa, con acné, con manchas, rojeces, etc. No hay que olvidar tampoco los gustos personales, así como la textura (aceite, fluida, más densa, sólida…) y el formato, en stick, aerosol, crema, etc.

Y una vez elegido el producto, hay que usarlo correctamente, aplicando de forma generosa todas las zonas del cuerpo que estén expuestas al sol. Es necesario reaplicar cada dos horas y siempre después del baño (aunque se elijan productos resistentes al agua), o cuando ha habido mucho roce o sudor. Conviene, además, usar las cremas junto a otros métodos de protección, como la nutricosmética solar y la protección física, que proporciona gorras, ropa, sombrillas, gafas de sol, etc.