El delirante mensaje navideño de Ted Nugent, el rockero republicano: «La pandemia no existe»

El momento más delirante de su «video-christmas», de casi un cuarto de hora de duración, llega instantes más tarde, cuando asegura que «no hay racismo sistémico en Estados Unidos», y que sí lo hay en el movimiento Black Lives Matter. «Hay racismo sistémico en Sudán. Hay racismo sistémico en Nigeria. Pero no hay racismo sistémico, casi nada de racismo en Estados Unidos. Tienes que buscar mucho para encontrarlo. Yo no he visto nada de eso». Pero las palabras que más polvareda han levantado en Estados Unidos han sido las dedicadas a George Floyd: «Se mató con fentanilo . Ya no podía respirar cuando estaba en el asiento trasero. Luchó contra los policías. Intentaron someterlo, quizás incluso ayudarle, y salvar a la comunidad a la que había agredido durante toda su vida. Estoy identificando el azote de los demonios, para que podamos celebrar el nacimiento positivo de Jesucristo».

Ted Nugent es muy conocido en Estados Unidos por su defensa de las ideas conservadoras y de las armas . De hecho, le puso a uno de sus hijos el nombre de Winchester (como el famoso rifle), y tiene una guitarra que también es un fusil automático, y otra en la que habilitó un compartimento secreto para esconder una pistola Derringer de calibre 32. Las dos se las hizo el luthier Ed Roman.

Nugent ha llegado a decir que es la «Rosa Parks» de la defensa de las armas de fuego . «En 1955, mi heroína, Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús urbano. Bien por ella. En 2014, los propietarios de armas deben aprender de Rosa Parks y negarse definitivamente a entregar nuestras armas. Como dijo una vez Rosa Parks, 'Nunca debes tener miedo de lo que estás haciendo cuando es correcto'. Soy Rosa Parks con una Gibson».

Cuando Barack Obama intentó legislar una limitación del derecho a portar armas, Nugent tuvo una virulenta reacción, que también compartió en Facebook: «Escribiré un artículo completo sobre el estafador de Chicago y sus últimas mentiras sobre el pisoteo tiránico de la segunda enmienda, pero sepan todos ustedes, buenos hombres en todas partes, que su juramento criminal no detendrán ningún tiroteo masivo o crimen. Es un mentiroso psicópata que odia a Estados Unidos». El guitarrista incluso llegó a lanzarle una sutil amenaza: «Si Barack Obama se convierte en el próximo presidente en noviembre de nuevo, estaré muerto o en la cárcel el año que viene». La fantasmada le costó cara: la agencia de Seguridad Nacional se la tomó en serio y fueron a hacerle una visita para recordarle que si bien la crítica política es libertad de expresión, amenazar al presidente con violencia harina de otro costal. Más tarde, en una entrevista con el portal Guns.com, calificó a Obama de «mestizo infrahumano» , y en otra ocasión se fue de la lengua en mitad de un concierto, al exclamar ante el micrófono: «Obama, es un pedazo de mierda. Le dije que me chupara la ametralladora. Hola, Hillary (Clinton). Quizá quieras montar en uno de estos hasta el atardecer, zorra inútil».

Nugent se vanagloria de poseer más de 350 armas de fuego, incluyendo ametralladoras AK-47 , y asegura que no dudará en usarlas contra seres humanos si es necesario. «Quiero a los secuestradores muertos. Quiero a los violadores muertos. Quiero a los ladrones muertos. Quiero a los abusadores de niños muertos. Quiero a los malos muertos. Ningún caso judicial. Sin libertad condicional. Sin salida anticipada. Los quiero muertos. Coge un arma y cuando te ataquen, dispárales», dijo en un mítin del gobernador de Texas.

También es un gran seguidor de Sarah Palin, con quien comparte opiniones acerca de la inmigración . «Hay un sueño americano, pero no hay sueño francés», dijo en otro concierto. «No hay sueño cubano. No hay sueño español. ¿Hay un sueño mexicano, excepto largarse de México? No puedo culparles». En 2013, escribió un artículo para World Net Daily, el portal web sobre teorías de la conspiración apoyado por el sheriff Joe Arpaio, una de las cabezas más visibles de la lucha sin cuartel contra la inmigración, en el que decía: «Se debería exigir a todos los hombres ilegales en Estados Unidos que trabajen en la construcción del muro, que se completará en un año. Les pagaríamos el salario mínimo, les daríamos comida y refugio, y les daríamos clases de inglés e historia estadounidense por la noche. Todos ganan. Estos inmigrantes serán tratados como sirvientes contratados, lo que significa que tendrán que ganarse la ciudadanía».