La celebración de cada día

El día de la mujer trabajadora. «El» día. Me parto. De la risa y del cansancio. Y me multiplico

MARTA barroso

Ayer se celebró el día de la mujer trabajadora . Lo sé. Es más, me lo sé de memoria. No en vano, es a la única celebración a la que me adscribo sin ni siquiera mirar la letra pequeña. Lo celebro todos los años. ... Miento, todos los meses de cada año. Incluso todos los días de cada mes . Las veinticuatro horas de cada uno de ellos. O sea que me paso la vida de fiesta. Qué fatiga. Ya no sé ni como reinventarme para hacerlo de una forma original. Estoy cansada. Porque encima lo festejo yo solita. Siempre. Lo que pasa es que nadie se entera. O si lo hacen si te he visto no me acuerdo.

El día de la mujer trabajadora. «El» día. Me parto. De la risa y del cansancio . Y me multiplico. Como los panes y los peces pero sin beneficio alguno. Que lo de multiplicarse es una condición sine qua non del sexo femenino, lo que viene a ser multiplicarse por una misma. Por una, por dos, por tres, por diez, por cincuenta. Por lo que haga falta. Que lo sé yo y todas las que me rodean.

Quien debía ser ajena a este conocimiento fue esa mente brillante que luchó con tesón para que la mujer trabajara. ¿Cómo que trabajara? Si no hemos hecho otra cosa desde el principio de los tiempos . Si trabajes o no trabajes te pasas el día trabajando. Si no hay una mujer en el mundo que no sea sinónimo de hora extra. Esté en el mercado laboral o en el mercado familiar . Que por mercados que no falten.

Y me pido la vez. Una y otra vez. Para buscar hueco en el calendario entre tanta estupidez -que ya no hay día en el año que no vaya acompañado de un «de»- y celebrar el «Día en que la Mujer Trabajadora ESMASDLAP (en su más amplio sentido de la palabra) no Pega un Palo al Agua». Qué momentazo. Todas de huelga con los brazos caídos . Viendo cómo el mundo se detiene. Los mercados se hunden, las primas de riesgo se disparan. O los riesgos sin las primas. De inanición, enfermedad o porquería. Cuánto trabajo oculto. De cocina, de limpieza, de chófer o de enfermería. Os ha tocado la hora. De multiplicaros por un día. En casa y en la oficina. Queridos. Siempre queridos.

La celebración de cada día

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