Teresa Ribera niega un «apagón informativo» en la Confederación Hidrográfica del Júcar

Ambos organismos, dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica, han sido puestos en tela de juicio por la oposición. El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, denunció el viernes, en su comparecencia en las Cortes, un «apagón informativo» en los avisos que remitía a Protección Civil la Confederación Hidrográfica del Júcar. Una acusación que ha hecho suya todo el PP y que este miércoles ha desmentido de forma tajante la vicepresidenta Ribera en su comparecencia en la Cámara Baja: «Entre las 16.26 y las 20.12, la Confederación Hidrográfica del Júcar emite nueve mensajes. De esos nueve mensajes de elevados registros, siete son entre las 16.26 y las 18.43. Nunca hubo apagón informativo».

Es más, la vicepresidenta ha afirmado que en la reunión del Cecopi (el Centro de Coordinación de Emergencias autonómico), «la pantalla pasó a negro» entre las seis y las siete de la tarde de aquel día, impidiendo la participación telemática de la Aemet, la Confederación Hidrográfica del Júcar y la Delegación del Gobierno.

Ribera ha contestado a dos preguntas sobre la DANA en la sesión de control, a los populares Miguel Tellado y César Sánchez Pérez, y, tras la comparecencia en el Congreso, dará explicaciones también en el Senado. Una hiperactividad que choca con el silencio que ha guardado desde la gota fría que se ha cebado con Valencia, como le han reprochado no solo PP y Vox, sino también los socios del Gobierno al tomar la palabra en el debate de la Cámara Baja. Veintidós días después, la vicepresidenta ofrece explicaciones. Para escuchar al presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, habrá que esperar una semana más.

La diputada del PP Ester Muñoz, muy crítica con la responsable de Transición Ecológica, la ha acusado de faltar a la verdad y ha asegurado que los correos electrónicos a los que se ha referido de la Confederación Hidrográfica del Júcar no eran avisos por riesgo de inundaciones sino por lluvias. Una alerta roja que la Aemet desactivó a las seis de la tarde, si bien la vicepresidenta ha dicho que es importante comprender que cuando las precipitaciones torrenciales se producen «aguas arriba», el peligro real, como ocurrió en Valencia, se da mucho más abajo, en las «zonas inundables».

Muñoz ha culpado al «dogmatismo climático» de la ministra del impacto de la DANA en Valencia por parar las obras del barranco del Poyo en 2021 —algo que Ribera ha achacado al Gobierno de Mariano Rajoy porque cuando era secretaria de Estado con José Luis Rodríguez Zapatero firmó un proyecto de adecuación en 2011— y ha abogado por hacer obras hidráulicas para limitar los efectos del cambio climático en la sociedad. Ribera, de hecho, ha asegurado que la Generalitat Valenciana pidió más tiempo para el inicio de esas actuaciones en marzo y junio de este año. El secretario general del Grupo Parlamentario Vox en el Congreso, José María Figaredo, directamente, ha vinculado el «fanatismo climático» de Ribera a las más de doscientas muertes por la gota fría. Ella, antes, había pedido que se abandonen los discursos negacionistas de la emergencia climática: «Les invito a trabajar juntos en la respuesta y a no perder ni un minuto minando la credibilidad de la ciencia ni de las instituciones».

Ribera ha advertido de las consecuencias del cambio climático, que traerán a España, ha apuntado, dos extremos: sequías persistentes y lluvias torrenciales que provocarán inundaciones. Todos los partidos, salvo Vox, han coincidido en la necesidad de combatir a futuro el cambio climático, si bien el PP ha apostado por la construcción de infraestructuras hídricas y la ministra ha abogado por la creación de un comité de expertos que determine un protocolo de actuación y por seguir ahondando en las políticas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.

La vicepresidenta ha vuelto a apuntar a Mazón, como han hecho otros ministros, como Félix Bolaños, en la sesión de control, y ha remarcado la importancia de las «alertas tempranas» para minimizar los daños de las gotas frías. Según ha dicho, estas se repetirán con frecuencia en el litoral mediterráneo por el calentamiento acelerado de la temperatura de su mar. «De poco sirve tener toda la información si quien debe responder no sabe cómo hacerlo», ha afirmado Ribera, y ha añadido que el día de la desgracia otras administraciones e instituciones sí pusieron en marcha medidas con carácter preventivo, como la Universidad de Valencia, que la víspera suspendió las clases, la Diputación de Valencia y 62 municipios de la zona.

«La Aemet informa por primera vez el jueves 24 de octubre. En redes sociales y notas informativas, el 25 y 26. El aviso especial de fenómenos adversos se envía el 27 y se mantuvo los días siguientes. La probabilidad de lluvias torrenciales era alta, superior al noventa por ciento», ha dicho, y ha ido enumerando todas y cada una de las alertas de la Aemet y la Confederación Hidrográfica del Júcar. El aviso a los móviles de la población civil, que no se envió hasta pasadas las ocho de la tarde, depende de la comunidad autónoma. La Aemet, según la ministra, llamó a la Protección Civil de Valencia once veces entre las seis de la mañana y las seis de la tarde y la Confederación Hidrográfica del Júcar remitió al mismo organismo más de cien correos electrónicos.

La ministra ha asegurado que la Confederación Hidrográfica del Júcar avisó a las seis de la tarde del riesgo de rotura de presas, con entradas a los embalses de hasta 2.000 metros cúbicos de agua por segundo, el doble, ha dicho, de lo máximo que supuestamente pueden resistir las infraestructuras. «Los técnicos consiguieron que el agua nunca derrumbara la presa», ha aseverado, y ha apostillado: «Se acumuló en tres horas más agua que la que cae normalmente en un año».

Àgueda Micó, de Compromís, de nuevo la voz cantante de Sumar en el debate, ha vuelto a reclamar la dimisión de Mazón y ha echado en cara a la bancada popular que mantenga a un «negligente y mentiroso». Teresa Jordà (ERC) y Pilar Calvo (Junts) también han arremetido contra el presidente de la Generalitat, pero han criticado a Ribera por la tardanza en las explicaciones, mientras Martina Velarde, de Podemos, ha aprovechado para exigir el mantenimiento del impuesto a las energéticas por ser, precisamente, las empresas que «más contaminan». Oskar Matute (Bildu), Idoia Sagastizabal (PNV) y Cristina Valido (Coalición Canaria), en distintos grados, han pedido no entrar ahora en la confrontación, ya habrá tiempo, y centrarse en qué hacer ante nuevos fenómenos extremos. Llegarán, han coincidido.