Tamames pide a PP y Vox que busquen a «dudosos» del PSOE para abstenerse en la investidura de Sánchez

Su llamamiento se suma al que esos mismos partidos, singularmente el PP, han hecho a la posibilidad de que haya parlamentarios del Grupo Socialista que, por su rechazo a la amnistía que se negocia ya con los grupos independentistas, destacadamente Junts per Catalunya, la formación del expresiente catalán fugado de la Justicia, Carles Puigdemont, pudieran eventualmente romper la disciplina de voto de su grupo.

Un llamamiento ante el que toda la izquierda y el PSOE han puesto reiteradamente el grito en el cielo, por considerarlo una llamada al transfuguismo. Sin embargo, para Tamames no es tal, dado que según argumenta «eso no sería ni transfuguismo ni cosa parecida, sino simplemente valoración por los diputados -que tienen plena libertad de voto, sin mandato imperativo alguno, como recoge el artículo 67.2 de la Constitución Española- de los muchos males que tendríamos que soportar en caso de tener éxito la candidatura de Don Pedro Sánchez».

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La conferencia pronunciada por el célebre autor de 'Estructura económica de España' ha versado en exclusiva sobre esa futura investidura de Sánchez, para la que primero deberá haber una segunda ronda de consultas del Rey, que podría producirse la semana que viene. Los socialistas confían en poder celebrar el debate en la segunda quincena de octubre, de tal manera que para la jura de la Constitución por parte de la Infanta Leonor, coincidiendo con su 18 cumpleaños el 31 de octubre, pudiera haber ya un nuevo Gobierno.

El pago para lograr esa investidura será la amnistía a los encausados por el procés, sobre la que Tamames opina que «con esta medida, los todavía inhabilitados quedarían limpios de su propio pasado, no mediante una amnistía -término antitético con la Constitución-, sino con base en un apaño/cambalache legal que seguramente podría llamarse alivio penal». Más allá incluso, Tamames apunta a que «la segunda pretensión de Junts es la de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro de Cataluña. Que Sánchez va a intentar otorgar con la ambigua denominación de consulta no vinculante; suavizando términos para evitar la inconstitucionalidad patética ante la que estamos», ha concluido.

Tamames tacha de «chantaje» la actitud de Junts, cuyos siete votos son decisivos y deberían votar a favor de Sánchez, salvo que el PSOE consiga el apoyo de la única diputada de Coalición Canaria (que no lo descarta, pese a haber votado sí a la investidura de Feijóo) y entonces baste con la abstención de los de Puigdemont. Para que la investidura de Sánchez fracasase por la 'vía Tamames', la derecha debería convencer a al menos seis diputados socialistas de que no respaldasen a su secretario general, para que ni siquiera Sánchez pudiera alcanzar la mayoría simple (más síes que noes) requerida en la segunda votación.

Si el PSOE logra el apoyo de todos sus potenciales socios, sería investido con 178 votos, en primera votación, al contrario de lo ocurrido en enero de 2020, hasta ahora la única investidura de Sánchez, que se saldó en segunda votación y por apenas dos votos, gracias a la abstención clave en aquel momento de ERC y Bildu, que no tardarían en convertirse en socios preferentes del Ejecutivo de coalición de izquierdas.

No existe constancia de que entre los 121 parlamentarios socialistas exista uno solo que haya expresado la más mínima duda acerca de conceder una amnistía a los independentistas. Antes al contrario. Y quienes en el PSOE sí muestran recelos, ahora mismo casi en exclusiva el presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, carecen de potestad alguna sobre los diputados nacionales, ni siquiera sobre los elegidos por las provincias de su comunidad, dado que es la dirección nacional la que elabora las candidaturas electorales.

Tamames ha justificado al final de su conferencia sus observaciones «porque considero que debo mantener un seguimiento de la investidura, como candidato que fui a la presidencia del Gobierno».