Sánchez omite la amnistía ante los socialistas europeos mientras Puente la califica de «positiva»

Todo lo contrario de lo que hacen los portavoces del independentismo, que desvelan que incluso ya hay intercambio de documentos al respecto, y del socio de coalición, Sumar, que habla con toda naturalidad de esa concesión, sin ir más lejos en las jornadas del debate de investidura de esta misma semana.

Sin embargo, la irrupción como portavoz oficioso del líder socialista del diputado por Valladolid y exalcalde de la capital de esa provincia, Óscar Puente, empieza a cambiar las cosas. Tras su sonada intervención el pasado martes para darle la réplica a Feijóo en el hemiciclo, algo que evitó Sánchez, Puente se prodiga en entrevistas, y a diferencia de sus compañeros, y haciendo gala a su fama de político sin pelos en la lengua, habla con más claridad del olvido legal para los delitos relacionados con el golpe secesionista de 2017 en Cataluña, que él mismo criticó muy severamente en el pasado.

El contraste entre Sánchez y su nuevo hombre fuerte ha quedado muy claro este jueves. Mientras que el primero, en un discurso de treinta minutos en Madrid ante los eurodiputados socialistas de toda la Unión Europea (UE), compañeros por tanto de Puigdemont en la Eurocámara, ni siquiera ha mencionado o aludido a la amnistía, el segundo la ha defendido como algo «positivo» en una entrevista en Televisión Española, en el programa La Hora de la Uno, realizada casi al mismo tiempo.

Puente ha asegurado, ante una pregunta muy concreta, que «una medida que contribuya a distender la tensión en Cataluña para solucionar o solventar un problema estrictamente político y dar una salida a los que se han situado al margen de la legalidad, para que vuelvan a hacer política, es positivo y se debe valorar». Casi a la misma hora, Sánchez les vaticinaba a sus correligionarios que se reeditaría el «Gobierno de coalición progresista», pero sin especificar cómo se alcanzaría la mayoría parlamentaria para ello de la que el PSOE y Sumar carecen por sí mismos.

Durante todo su discurso ante los parlamentarios comunitarios, Sánchez se ha centrado en la «amenaza» que supone la entrada de la «ultraderecha» en los gobiernos de la Unión, incluso a nivel regional o municipal como, ha recordado, ha ocurrido en España con los gobiernos de coalición del Partido Popular (PP) y Vox después de las elecciones del pasado 28 de mayo. Frente a ese «proyecto reaccionario», Sánchez ha asegurado a la familia socialdemócrata comunitaria que los españoles eligieron en los comicios generales del 23 de julio «avanzar y no retroceder».

A su juicio, «los españoles lanzaron un mensaje», el de que «la ultraderecha no es imparable, aunque la derecha tradicional se haya entregado», ha concluido en el contexto del año electoral que se avecina, con elecciones al Parlamento Europeo la próxima primavera, y con comicios próximamente en países donde la derecha está muy dividida, como sucederá este fin de semana en Eslovaquia o el próximo 15 de octubre en Polonia, donde se mide la derecha gobernante del populista Mateusz Morawiecki con la tradicional del ex primer ministro Donald Tusk.

El mensaje de Sánchez se produce apenas una semana antes de la cumbre que reunirá la semana que viene en Granada, dentro de la presidencia de turno española del Consejo Europeo, a los líderes comunitarios. Para entonces es posible que el jefe del Ejecutivo en funciones haya sido designado ya por el Rey como candidato a una nueva investidura e incluso que ésta tenga fecha para su celebración, muy probablemente en la segunda quincena de octubre.