Santiago Abascal centraliza los pactos con el PP y evita líneas rojas
El líder de Vox celebra el adelanto de las elecciones generales y se prepara para la alternativa a Pedro Sánchez
Vox triplica sus concejales y es clave para la derecha en seis comunidades autónomas
Santiago Abascal optó este lunes por la prudencia y evitó exigencias grandilocuentes. En contraste con aquella foto de Pablo Iglesias en 2016, cuando reclamó para Podemos el control del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la mitad de las carteras ministeriales, el líder de ... Vox subrayó que la alternativa que quiere construir es para «derogar las políticas de Pedro Sánchez» y no para tener él «un sillón».
Es cierto que esta vez las elecciones eran autonómicas y municipales, no generales, pero el resultado y sus consecuencias –el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció este lunes un adelanto electoral para el 23 de julio– las revisten de un claro tinte nacional. A Abascal le preguntaron ya, en la sede nacional de Vox, en la madrileña calle de Bambú, si se ve vicepresidente del popular Alberto Núñez Feijóo. Pero esquivó el capote.
El único revés de Vox es su retroceso en la Comunidad de Madrid, donde baja de trece a diez diputados autonómicos, pero el resto de noticias fueron caramelos para los dirigentes derechistas. Del 3,5 por ciento al 7,1 por ciento de voto a nivel nacional en los comicios municipales, de 530 a 1.695 concejales en toda España, subida en seis parlamentos autonómicos e irrupción en otros cinco.
En seis comunidades autónomas, Aragón, Baleares, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Cantabria y la Región de Murcia, el PP y Vox suman mayoría absoluta. Abascal aspira a gobernar en todas ellas, como sucedió en Castilla y León, pero este lunes no trasladó ni una sola exigencia pública a Núñez Feijóo; ni una línea roja. Consciente de las negociaciones que se avecinan, y del trabajo interno que tiene por delante para confeccionar a toda velocidad las listas electorales del 23J, escogió no volar ningún puente con escenarios de máximos.
Visión «nacional»
El presidente de Vox sí dejó claro que en su partido las negociaciones se harán de forma centralizada porque su formación es «nacional». Abascal jugó toda la campaña con la idea de que debía entenderse, a partir del 29 de mayo, el día después de las elecciones, con «diecisiete PP» diferentes, en alusión a las distintas sensibilidades de los populares a lo largo y ancho del territorio nacional.
Este lunes, de hecho, Abascal instó a sus candidatos a testar los ánimos del PP en sus respectivas comunidades y tiró de ironía en Extremadura. El líder de Vox ha rechazado por activa y por pasiva la propuesta de Núñez Feijóo de permitir gobiernos de la lista más votada –una estrategia con la que pretendía evitar a Vox donde ganase–, y hurgó en la llaga con sorna: «En relación a la señora del PP en Extremadura [María Guardiola], creo que tiene que recorrer un paso previo, hablar con la dirección nacional de su partido porque han dicho que no gobernarían donde no fuesen la lista más votada. Parece que renuncian a gobernar en Extremadura».
Pero antes, había sentado las bases de su mensaje al PP, ya con la disputa electoral aparcada, al menos hasta las generales de julio: «Hoy no es el día de las exigencias, es el día de la mano tendida. Hay un partido que ha ganado y tiene que decidir si está dispuesto a construir una alternativa o quiere buscar otro camino». El único aviso, reiterado una y otra vez, fue que no aceptará «ningún chantaje», aunque incluso concedió que, en función de lo que quiera hacer el PP, el resultado de las negociaciones puede ser distinto en las seis comunidades autónomas donde suman los dos partidos.
«La posición de Vox va a ser nacional y, por tanto, centralizada. No vamos a aceptar ningún chantaje»
Santiago Abascal
Presidente de Vox
En las horas posteriores a los comicios ya se produjeron los primeros contactos entre el PP y Vox. Los líderes nacionales de ambas fuerzas charlaron informalmente para felicitarse por sus respectivos resultados en las urnas. Abascal emplazó, sin embargo, a una futura conversación más sosegada con Núñez Feijóo, aunque ya hayan conversado sus equipos.
Reacción a Sánchez
Este lunes en la sede nacional de Vox se respiraba optimismo, con Ignacio Garriga, secretario general, presumiendo de los datos logrados por su formación; un hito para un partido que no lleva ni cinco años en las instituciones, y con una expectación que da cuenta de su músculo. Pero al margen de lo local y regional, Abascal celebró allí, ante la prensa, dirigentes y trabajadores del partido, «la única noticia positiva» que, según él, ha dado Sánchez como presidente del Gobierno: la convocatoria electoral.
«No vamos a perder un solo minuto en contrarrestar al PP en Madrid, vamos a emplearnos a fondo en cómo derrotar a Pedro Sánchez. Nuestro discurso es muy claro y aquí estamos para quien quiera sumarse al carro», dijo Abascal, dejando claro que para ellos la prioridad no es arrebatar votos a los populares en Madrid, donde se han hecho con sendas mayorías absolutas en comunidad y ayuntamiento, sino conformar alternativas a la izquierda.
La noticia del adelanto electoral sorprendió a Abascal en plena reunión del Comité de Acción Política de Vox, cuando preparaba con su núcleo duro la rueda de prensa que él y su número dos, Garriga, habían convocado a la una de la tarde. Se recibió como una segunda celebración, tras los resultados de la noche anterior, aunque fuentes del partido admitían en conversaciones informales que no les habría venido mal un descanso.
«El PP dijo que no gobernaría donde no fuese el más votado. Parece que renuncia a Extremadura»
Santiago Abascal
Presidente de Vox
Y es que el júbilo se entremezclaba este lunes con el cansancio que reflejaban los rostros de los dirigentes presentes. Ahora, el partido debe recargar pilas para afrontar un doble desafío: negociaciones paralelas para intentar entrar en hasta seis gobiernos autonómicos y preparar la candidatura a las elecciones generales en lo que se ve como el asalto definitivo para derrocar a Sánchez.
Consolidar el crecimiento
El objetivo de Vox será que su crecimiento en parlamentos autonómicos y ayuntamientos se traduzca también en un salto cuantitativo en el Congreso, aunque la prioridad es alcanzar la mayoría absoluta junto al PP para desalojar las políticas de izquierdas también del Gobierno nacional. El 23J, examen global para Abascal.