Pedro Sánchez no convence a Yolanda Díaz de elevar el gasto militar por las presiones internas en Sumar
La reunión para abordar el gasto en defensa concluye sin acuerdo e impide al presidente llegar con una posición cerrada a su encuentro con Feijóo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha salido este martes rumbo a la minigira que le llevará a Finlandia y Luxemburgo -antes de regresar mañana mismo a Madrid- sin acuerdo con su socio de Gobierno, Sumar, sobre la sensible cuestión del aumento del gasto en ... defensa. El que con toda solemnidad anunció el propio Sánchez la semana pasada en Bruselas, tras el Consejo Europeo extraordinario sobre Ucrania, y el que cada vez exige con mayor claridad la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ayer elevó esa exigencia para los estados miembros de la Unión Europea (UE), durante un discurso en la Eurocámara, hasta el 3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Sánchez, ya en 2022, cuando Madrid albergó la cumbre anual de la OTAN, se comprometió a llevarlo al 2 por ciento del PIB de manera gradual hasta culminar ese incremento en 2029.
Pero las presiones internas del espacio de Sumar, con formaciones disímiles como Izquierda Unida (IU) o Más Madrid, que además tienen su cuota en el Consejo de Ministros, no han permitido a Moncloa saldar la reunión de casi dos horas con mayor unidad que la cordialidad transmitida por fuentes del Ejecutivo sobre el cara a cara. La que reflejan las fotos de la escena del sofá entre Sánchez y su vicepresidenta segunda, que se reunieron justo después de la sesión ordinaria del Consejo de Ministros. Las citadas fuentes, del ala socialista del Gobierno, han trasladado, incluso tirando de coloquialismo el «buen rollo» entre Sánchez y Díaz, pese a que eso no se traduzca, al menos de momento, en acuerdo alguno sobre tan sensible cuestión, donde no son un secreto las discrepancias entre el PSOE y sus aliados más a la izquierda. En resumen, ambos han abordado cordialmente su hondo desencuentro. Y Sánchez se ha comprometido a que, como le exigen sus socios, el aumento en el gasto militar no supondrá «merma alguna en el gasto social». Sin dar mayores concreciones.
Ya las ha ofrecido Sumar, que, nada más finalizar el encuentro, ha emitido un comunicado (al principio, destinado a ser conjunto con el PSOE hasta que la formación de Díaz decidiera lanzar el suyo propio para marcar perfil dentro del seno del Gobierno) en el que, sin llegar a oponerse frontalmente a la subida del gasto en defensa, plantea que dicho incremento «no garantiza» una mayor autonomía estratégica de los Estados miembros de la UE de cara a superar «la dependencia de la OTAN y EE.UU».
Este martes, la diferencia estaba en los matices; entre gasto gasto militar y gasto en defensa, entendido este último como inversión en seguridad. Es en este punto donde pareció atisbarse cierto entendimiento entre PSOE y Sumar. La seguridad europea «se juega hoy en el terreno de la defensa, pero también en el tecnológico y en el de la ciberseguridad» habida cuenta del «cambio de paradigma geopolítico global» tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y con la invasión rusa de Ucrania, ha expuesto Díaz a Sánchez según Sumar. El PSOE, por su parte, también ha dicho tener claro que no todo son tanques, sino también combatir ciberamenazas y ciberataques.
La cuestión del gasto en defensa es especialmente sensible a la izquierda del PSOE. Además de IU y Más Madrid, los comunes, Compromís y Chunta, todos ellos integrados en Sumar, también se oponen a este compromiso ya adquirido por un Sánchez presionado por sus socios comunitarios y algunos, como los de Antonio Maíllo, presentan incluso recitencias a la presencia de España en la OTAN. De hecho, el lunes por la tarde ya se reunieron 'in extremis' y de forma telemática todas las organizaciones que integran el grupo parlamentario para aunar posturas antes del encuentro en Moncloa. Y pese a que oficialmente Sumar no trasladó las conclusiones de la reunión, fuentes del espacio confirmaron a ABC que se había consensuado rechazar la subida del presupuesto en defensa.
Horas antes de conocerse el contenido de la reunión entre el presidente y su vicepresidenta segunda, el diputado de los comunes y secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello ha sido uno de los más tajantes a la hora de dejar clara su postura. «No en nuestro nombre», ha dicho, a la vez que pidió a Sánchez no entrar en una «locura belicista». «No se trata de cañones o mantequilla. Se trata de seguridad y de políticas sociales», ha respondido el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López, a todos los detractores de la medida, al tiempo que ha pedido a las formaciones esperar a que Bruselas defina su postura —previsiblememente en el Consejo Europeo del próximo día 21 de marzo, apuntó— y no caer mientras en «debates excesivamente simplistas y mucho menos, populistas».
«No se trata de cañones o mantequilla. Se trata de seguridad y de políticas sociales. Se trata de seguridad y de sanidad y de educación y de protección social. Y se puede hacer»
Patxi López
Portavoz del PSOE en el Congreso
De acuerdo con lo explicado por López, desde el Ejecutivo se manejan ya «varias figuras» como garantizar que el gasto militar no compute como déficit, que se relajen las reglas fiscales, que el Banco Europeo de Inversiones facilite esas inversiones o que se cree una nueva figura con fondos de otro origen. La idea del PSOE es que esta subida del gasto no pase por el Congreso para su debate y votación, ya que esta vía solo sería imprescindible en caso de un envío de tropas.
Por todo ello, el presidente llegará a la ronda exprés de encuentros de mañana en Moncloa con todos los partidos, excluido expresamente Vox, y que empezará con Alberto Núñez Feijóo, sin una posición nítida ni siquiera en el seno de su propio Gabinete. Así lo reconoció incluso, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la portavoz gubernamental Pilar Alegría, quien admitió que de cara a los encuentros con los grupos «podremos ir avanzando conforme vayamos cerrando el debate y tengamos una posición firme por parte del Gobierno».
Pese a todo, también ha habido apelaciones al líder de la oposición para que se sume y apoye a Sánchez, lo que no hacen sus socios. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares ha señalado ante los medios antes intervenir en el Senado que «hay momentos para ser oposición pero este es un momento de unidad, un momento para ser Europa. Y, o bien se está con Europa o bien se está con los que quieren atacar y debilitar a Europa», ha afirmado el jefe de la diplomacia, que extendió esa dicotomía a la de estar, ha dicho, «o con los demócratas o con los autoritarios».
El apoyo de Feijóo
De cara a ese encuentro del jueves, fuentes del Gobierno admiten que se trata, como con el resto de líderes políticos, de una puesta en común sobre la materia. Mientras que otras voces aseguran que Feijóo debería alinearse con Sánchez dado que el aumento del gasto en defensa es una bandera política que está enarbolando Von der Leyen, una correligionaria suya y compañera de filas en el Partido Popular Europeo. El PP español, por su parte, denuncia que para la entrevista cara a cara de mañana no habrá ningún informe, información complementaria o avance de los planes de Sánchez, que únicamente concederá, lamentan desde Génova, «treinta minutos para hablar del momento geopolítico que vive Europa y de la nueva realidad del conflicto armado en Ucrania», informa Emilio V. Escudero.
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