Sánchez tacha de «intoxicaciones» las noticias sobre una posible crisis de gobierno y dice que no está en sus planes

El pasado 25 de junio, durante una comparecencia en la Moncloa donde anunció los nuevos impuestos a la banca y las empresas energéticas y dio cuenta del segundo paquete de medidas contra la espiral inflacionista que acababa de aprobar el Consejo de Ministros, el presidente del Gobierno negó que se fueran a producir cambios tanto en el Gabinete como, dijo entonces, en la Ejecutiva Federal del PSOE o en el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, a cuyos miembros mostró su pleno respaldo.

El pasado julio, y tras la dimisión de la ex número dos del PSOE, Adriana Lastra, Sánchez destituyó a los portavoces tanto en Ferraz como en el Parlamento, Felipe Sicilia y Héctor Gómez. Ahora, ha vuelto a mostrar su plena confianza en todos sus ministros.

Sus palabras se han producido en una comparecencia donde ha estado flanqueado por el presidente de las Islas Canarias, el socialista Ángel Víctor Torres, y por el del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández, del PP, la segunda que hace durante sus vacaciones de verano, que pasa en la residencia oficial de La Mareta, en Lanzarote. Delante de ambos ha puesto en valor la reconstrucción de la isla de la Palma después de la erupción del volcán de Cumbre Vieja, de la que en septiembre se cumplirá el primer aniversario. Algo que considera –ha dicho durante su décima visita al lugar, donde el pasado marzo se celebró la conferencia de presidentes autonómicos– todo un ejemplo de «cogobernanza» y colaboración entre las distintas administraciones, de colores políticos diferentes.

Sin embargo, este elogio del trabajo conjunto con el PP ha ido acompañado de un duro reproche velado al primer partido de la oposición, que a su juicio no tuvo la misma actitud ni en la pandemia, ni ahora ante, ha remarcado, los «terribles efectos económicos y sociales» derivados de la guerra de Vladímir Putin contra Ucrania.

Todo ello en el contexto del enfrentamiento entre el Gobierno y los de Alberto Núñez Feijóo por el decreto de ahorro energético que impone una nueva regulación de las temperaturas en empresas y comercios, que aún debe ser convalidado por el Congreso y que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado ya que recurrirá al Tribunal Constitucional (TC). Sánchez, sin mencionar a los dirigentes populares, ha hecho un llamamiento «al sentido común, la responsabilidad y la solidaridad» dado que, ha argumentado, «esta guerra es un desafío para toda la sociedad europea».