Puigdemont se hace de rogar con el 'sí' a una investidura que sigue en manos de Junts

El secretismo en Junts es la tónica general y no habrá investidura sin que el expresidente autonómico catalán, fugado de la Justicia española y eurodiputado, considere que su acuerdo con el PSOE mejora el cerrado este jueves entre Oriol Junqueras y Félix Bolaños. Algunas fuentes del partido que sigue presidiendo Laura Borràs, consultadas por Ep, apuntaron tras la reunión en Bruselas que «se deberá esperar» y que la negociación seguirá este viernes. En TV3 informaron, por ejemplo, que el PSOE había enviado «un emisario» a Bélgica para estar al corriente, sobre el terreno, de lo que debatía la dirección de Junts y listo por si se llegaba a un consenso. Pero no se habría sumado a la reunión en persona con Carles Puigdemont, si bien sí habría mantenido contacto por videoconferencia.

En cualquier caso, el pacto PSOE-Junts estaría atascado en un punto relativo a la ley de amnistía —aceptada ya por los socialistas— para los independentistas encausados por el 'procés' y que abarcaría también a los implicados por la consulta secesionista, ilegal igualmente, que se celebró en 2014, con Artur Mas al frente la Generalitat. Así lo vino a reconocer indirectamente el ministro de la Presidencia en funciones en su comparecencia ante la prensa tras la firma del acuerdo con Junqueras.

Puigdemont, según señalaron algunos digitales de su entorno a lo largo del día, quiere que esta norma incluya o se puedan acoger a ella los independentistas que no están implicados directamente con el 9-N o el 1-O. En Junts consideran que existe una consigna judicial contra el secesionismo que afecta a más personas de las que están encausadas por la convocatoria del referéndum y su defensa.

Este sería el caso del exconsejero de Interior Miquel Buch y un agente de los Mossos d'Esquadra, condenados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que dieron cobertura a la estancia inicial del expresidente autonómico en Bélgica después de perder la escolta oficial. Y no habría que descartar la inclusión también de Borràs, que fue condenada por el Tribunal Supremo y considera que su caso está vinculado a una supuesta persecución política contra el independentismo, a pesar de que ni tan solo Òmnium Cultural la considera en su lista de afectados a amnistiar por el 1-O.

Sin embargo, sí parece resuelta la ecuación del relator o mediador exigido por Puigdemont a principios del mes de septiembre cuando anunció —desde el mismo hotel que este jueves convocó la reunión— las condiciones planteadas al PSOE para el 'sí' de los siete diputados de Junts en la investidura de Sánchez. Este asunto está incluido, también, en el acuerdo del PSOE y ERC, aunque se desconoce el nombre del mediador que dará fe de que lo acordado entre los partidos se cumple.

A la espera de ver si, finalmente, el líder de Junts llega a un pacto con el PSOE, desde principios del mes de septiembre Pedro Sánchez ha ido cumpliendo los requisitos planteados por Puigdemont para que aquel pueda repetir en La Moncloa. El catalán se puede utilizar en el Congreso, en igualdad de condiciones que el español; el Ejecutivo ha dado los pasos para convertir el catalán en lengua oficial de la Unión Europea; se ha reconocido la figura de Carles Puigdemont, con varias reuniones con los representantes del PSOE y una foto para la historia de su número tres, Santos Cerdán; el relator está aceptado y se discute el detalle de una ley de amnistía. Solo quedaría por encajar el avance hacia un referéndum de independencia en Cataluña.

A la reunión en Bruselas asistieron, este jueves, además de Puigdemont y la presidenta de Junts, el secretario general, Jordi Turull; los vicepresidentes Anna Erra, que es presidenta del Parlamento de Cataluña, Josep Rius y Aurora Madaula; el secretario de Organización, David Torrents; la secretaria de Finanzas, Teresa Pallarès; el adjunto al secretario general, David Saldoni, y representantes de cámaras parlamentarias, como Albert Batet, Míriam Nogueras, Josep Lluís Cleries. También estuvo presente Toni Comín, exconsejero de la Generalitat, fugado de la Justicia y eurodiputado.

En caso de que la cúpula de Junts dé, este viernes, su visto bueno a la investidura de Sánchez será ya después de una reunión telemática, pues tras el encuentro en Bruselas gran parte de la comitiva desplazada a Bélgica volvió a Barcelona.