Puerto Naos en la isla de La Palma sigue cerrado. Los gases impiden que los técnicos permitan la vida allí. Este pueblo turístico es ahora un pueblo fantasma. Ni rastro de los 1.000 censados. Tampoco nadie ocupa las 4.000 camas hoteleras. Hay interiores ... letales donde sólo se puede entrar con trajes y material especial. Y todo un año después de la erupción. Carmen, propietaria de un bar, se plantea trasladar su negocio ante tanta incertidumbre.-Redacción-
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