Podemos saca provecho de los wasaps de Sánchez y se enorgullece de haber sido un «problema permanente» para el PSOE
Belarra achaca las filtraciones de los mensajes a otra «guerra sucia mediática» como la ya vivida por los dirigentes del partido morado en el pasado
El Gobierno anuncia que iniciará acciones legales por los mensajes de Sánchez y Ábalos si no hay una investigación de oficio

Ni rastro de sorpresa este miércoles en Podemos. Mucho menos de incredulidad. Los de Ione Belarra, como ellos mismos dicen, nunca han fingido que la relación con el PSOE, su socio de coalición de Gobierno en la pasada legislatura, fuera idílica. «No como otros», se atreven a decir en lo que parece ser una crítica velada a grupo parlamentario que actualmente comparte Consejo de Ministros con los socialistas, Sumar. Los números daban para lo que daban, reconocen desde la formación morada, y a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias no les quedó más remedio que unirse después de que Vox pasara de los 24 los 52 escaños el Congreso de los Diputados, es decir, que duplicara su presencia en el Hemiciclo en tan solo medio año. El tiempo que trancurrió entre las elecciones generales del 28 de abril de 2021 y su repetición, el 10 de noviembre de ese mismo año.
Por este mismo motivo, lo que en cualquier otra parte podría haber sentado como un jarro de agua fría, en Podemos, nada que ver. El diario 'El Mundo' ha publicado este miércoles, por tercer día consecutivo, una serie de conversaciones de wasap entre el presidente del Gobierno y su entonces número dos, el ministro de Fomento, entre finales de 2020 y principios de 2021. En esta ocasión, se trata de unos mensajes en lo que se ve como a Sánchez le pone de los nervios que Podemos filtre contenido de reformar acordadas en el seno de la coalición, que Pablo Iglesias haga anuncios que deberían ser conjuntos o que su entonces socio esté yendo demasiado allá en materia de vivienda con la protección a okupas y propiertarios.
«Maltratador», «torpe», «cuñado» o «estulto» son algunos de los calificativos que le líder socialista le dedica a su entonces vicepresidente segundo, que, meses más tarde, en abril de 2021, abandonaría todos sus cargos institucionales para hacerle oposición a Isabel Díaz Ayuso en las autonómicas madrileñas. «Me dice Yolanda [Díaz] que se siente muy quemado», puede leerse también en uno de los mensajes que Ábalos le envía a Sánchez. Un wasap que le ha valido a la vicepresidenta segunda, mujer de confianza del propio Iglesias, que la acababa de nombrar su sucesora al frente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, un señalamiento por parte de la vieja guardia de Podemos.
El ex número tres del partido morado, Pablo Echenique, no ha dudado en acusar a Díaz de ser la «la que le pasaba información al PSOE, la que le contaba a Ábalos como estaba Pablo [Iglesias]». «En estos mensajes vemos perfectamebte por qué el PSOE necesitó crear a Sumar», ha dicho en declaraciones a Canal Red, la tele de Podemos. En definitiva, unas referencias que ahora Podemos usar para reforzar su tesis de que son la verdadera izquierda, la que hacía ruido en la coalición y conseguía cosas frente a Sumar, al que consideran poco más que franquicia del PSOE.
Las conversaciones, ha proseguido Echenique en la tele de Podemos, evidencian «cómo Podemos estaba intentando proteger a la gente que iba a ser deshauciada y el PSOE no solamente no quería, sino que además se enfadaba». Unas afirmaciones repetidas punto por punto por la secretaria general del partido, Ione Belarra, en los pasillos de la Cámara Baja a primera hora de este miércoles. La líder morada, sucesora de Iglesias al frente del partido desde mediados de 2021, ha querido sacar provecho también de los mensajes entre el presidente y Ábalos, asegurando que no hacen sino demostrar que Podemos era un «problema permanente» para el PSOE. Motivo por el cual, ha dicho Belarra, les «echaron» del Gobierno. A juicio de los mroados, dichas conversaciones también reflejan «hasta qué punto» fue «cruda» la «batalla» permanente entre ambos partidos por la Ley de Vivienda.
No obstante, ha criticado Belarra que la filtración de los wasaps forme parte de «una guerra sucia mediática» como la que llevan «mucho tiempo sufriendo» tanto ella como otros dirigentes o exdirigentes de la formación morada. En este sentido, lamenta que entonces los socialistas «miraran para otro lado» y que ahora, tal actitud acarree tales «consecuencias» para el líder socialista
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