La vía comunista descontenta con Bildu busca reorganizarse
La batalla de los sectores juveniles de la izquierda se vive en distintos espacios públicos del País Vasco
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La extrema politización de la sociedad vasca no es nueva, aunque sí lo es el proceso de cambio al que está sometida desde unos años atrás. En el espacio nacionalista, donde funciona como bisagra el Partido Socialista de Euskadi (PSE), PNV y EH Bildu libran ... una batalla por las cuotas de poder, con la vista puesta en las próximas elecciones de 2027 donde la coalición que lidera Arnaldo Otegi busca un sorpaso que ya rozó en las últimas elecciones autonómicas de hace algo menos de un año.
Sin embargo, el proceso de institucionalización que han ido recorriendo los herederos de Batasuna, encuadrados en el bloque creado por Pedro Sánchez bajo la premisa de impedir el Gobierno de la derecha, ha provocado el desencantamiento en su base más radical y, sobretodo, juvenil. Una que no acepta las «opresoras» reglas de juego que impone el capitalismo, amparadas por la estructura del «Estado español», y que persigue la implantación de un régimen de tipo comunista.
Toma por nombre Movimiento Socialista (MS) y empezó a gestarse en la etapa de la pandemia. En ese momento, Sánchez acababa de ser reelegido presidente del Gobierno, en parte gracias a la abstención de Bildu, tras el aval del 81% de su militancia. Desde entonces, el acercamiento entre ambos partidos ha ido en aumento hasta convertirse en socios preferentes. Algo que ha ido dando argumentos al MS para construir una estrategia dialéctica de ataque desde la izquierda en la arena vasca hacia el partido de Otegi, al que tachan de «socialdemócrata».
Una sopa de letras
Su protoorganización, pues se encuentran en continuo proceso de debate de ideas partiendo de un análisis marxista de la situación sociopolítica, replica en muchos sentidos a la de EH Bildu/Sortu, que a su vez replica a la que desplegó hace décadas el entramado etarra. Una sopa de letras difícil de descifrar, con la que tratan de alcanzar diferentes sectores de la sociedad, aumentando su presencia y visibilización en el espacio público, para capitalizar el descontento que genera entre la población cuestiones como el aumento en el precio de la vivienda o la violencia machista. Y es que, si bien sus comunicaciones (ya cuentan con medios digitales de propaganda) son mayoritariamente en euskera, la inclinación nacionalista estaría supeditada a la lucha de clases y al «antimperialismo».
Así, donde Sortu tiene a Ikama en el sector estudiantil, MS replica con Ikasle Abertzaleak. Donde los primeros tienen a Bilgune Feminista, los segundos responden con Itaia. Organizaciones que nutren, principalmente, a sus sectores juveniles. Ernai en el caso de Sortu y Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) en el de Movimiento Socialista. Es en este escalón donde los segundos están ganando la pelea, consiguiendo convencer a los primeros de que el partido de Otegi es uno más del sistema.
Campos de batalla
Capaces de organizar manifestaciones de varios miles de personas en los últimos años, en su mayoría de edades muy jóvenes pese a que sus líderes están en la treintena, esta batalla no es sólo retórica y ha ido aumentando en intensidad en los últimos tiempos, produciendo tanto enfrentamientos con los grupos depedientes de Sortu como con la Ertzaintza. Los distintos campus de la Universidad Pública del País Vasco son uno de los espacios claves al funcionar como cantera. Allí, sin llegar a la violencia física, son recurrentes los escraches y las protestas. ABC ya publicó una información sobre la imposibilidad que tienen los estudiantes para promover discursos alternativos, como por ejemplo en defensa del Estado de derecho o la Constitución, a riesgo de verse señalados.
Otro lugar estratégico son las fiestas populares, donde el ambiente está dominado por este tipo de mensajes. En el último Aste Nagusia de Bilbao (Semana Grande) un grupo de encapuchados quemó banderas de España e Israel. Aquí, el elemento de choque principal es que las 'txosnas' (casetas), donde se vende comida y bebidas, constituyen un elemento de financiación principal. Aquí EH Bildu, con mucho poder a nivel local en el País Vasco, estaría tratando de desplazar a MS y sus satélites como medida de contención a su crecimiento.
Mímesis organizativa
Sector juvenil
Dentro del enfrentamiento del Movimiento Socialista con Sortu, éste se vive en distintos sectores de la sociedad vasca, que las organizaciones tratan de alcanzar con sus satélites, de nombres variables y en constante evolución. Así, el enfrentamiento principal se vive entre GKS, las juventudes del primero, y Ernai, las del segundo.
Sector estudiantil
La Universidad Pública del País Vasco funciona como cantera para difundir su argumentario y captar adeptos para la causa. Si antes el espacio estaba dominado por Ikama, dependiente de Sortu, Ikasle Abertzaleak, ha sido el más pujante en los últimos tiempos.
Sector feminista
Otro de los ámbitos donde se ve esta división es en el debate feminista, que ha sido una de las corrientes principales de movilización de la izquierda en los últimos años, aunque ahora esté en horas bajas por los casos de agresión sexual que se imputa a alguno de sus líderes. En el caso del País Vasco, Sortu tiene a Bilgune Feminista y Movimientos Socialista a Itaia.
Además, GKS también ha tomado la delantera en su promoción a través de los 'gaztetxes', distintos edificios ocupados donde llevan a cabo actividades como charlas u organizan fiestas, que también ha sido germen de peleas con las juventudes de Sortu. La dinámica, que se repite una y otra vez, es la de la entrada, posterior desalojo por parte de la Ertzaintza tras ejercer resistencia y acciones de protesta y movilizaciones contra lo que denominan como «abuso policial».
El último de estos choques se produjo hace una semana en el barrio bilbaíno de Recalde, donde un grupo de personas se atrincheró en una antigua fábrica abandonada que tenían previamente controlada, a la espera del operativo de la Policía autonómica. Según denuncian estos grupos en sus redes sociales, un manifestante habría perdido un testículo en los disturbios que se produjeron.
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