El pueblo medieval de Navarra donde Blanca Suárez rodó su nueva película: rodeado de viñedos y con un precioso castillo del siglo XV

El thriller, que cuenta con la participación de RTVE, Netflix y ZDF, está protagonizado por Blanca Suárez y Daniel Grao. Completan el reparto Aria Bedmar, Víctor Palmero, Cosimo Fusco, Daniel Horvath, Pablo Rivero, Fernando Cayo y Juanma Cifuentes, entre otros.

Este lunes, la actriz española visitó 'El Hormiguero' para presentar el filme. «Mi personaje es el de una inspectora de policía, Silvia Guzmán, que vuelve a su vida un caso demasiado parecido a uno que no fue resuelto hace años. Esto le trae fatídicos recuerdos porque también vuelve a su vida como un tsunami otra persona que estuvo relacionada con este asesinato», contó en el programa presentado por Pablo Motos.

'La huella del mal' comenzó su rodaje a finales de agosto de 2024 en el yacimiento burgalés de Atapuerca. Tras algo más de un mes, el equipo de la película protagonizada por Blanca Suárez se trasladó a Navarra, donde finalizaron las grabaciones de la cinta.

En concreto, 'La huella del mal' rodó algunas escenas en uno de los pueblos medievales más bonitos de España. Se trata de Olite, un municipio situado en Navarra, que se convirtió en set de rodaje de la película por solo un día. En concreto, el equipo grabó en lugares emblemáticos de la ciudad navarra como la Rua Mayor, la cuesta de Santa María y la Plaza Carlos III.

La belleza de Olite la ha convertido en una de las ciudades elegidas para rodajes tanto nacionales, como internacionales. Es el caso de la película 'Vampire Academy', la serie española 'Sin límites' o el próximo proyecto de Blanca Suárez, 'La huella del mal'.

Olite está considerado uno de los pueblos medievales más bonitos de España. Situado en la zona media de Navarra, se encuentra a unos 42 kilómetros de Pamplona y a apenas 7 de Tafalla. Este pequeño municipio, de menos de 4.000 habitantes, es conocido por su impresionante patrimonio histórico, su arquitectura gótica y su legado vitivinícola.

La historia de Olite se remonta a la época romana, aunque fue en la Edad Media cuando el pueblo alcanzó su mayor esplendor. En el siglo XV, el rey Carlos III, conocido como 'el Noble', y su esposa Leonor de Trastámara, convierten al municipio en una de las principales sedes de la Corte del Reino de Navarra al ordenar la construcción de su Palacio Real, donde residieron.

Precisamente este castillo es la joya más preciada de Olite y uno de los mejores ejemplos de la arquitectura gótica en Europa. Monumento Nacional desde 1925, destaca por sus torres, jardines, galerías y patios. El palacio fue diseñado como una residencia real y refleja el poder y la influencia del Reino de Navarra en su momento de mayor esplendor.

Sin embargo, el palacio no es el único monumento que destaca dentro de la arquitectura de Olite. Y es que el municipio navarro cuenta con monumentos como la iglesia de Santa María la Real, de estilo gótico y ubicada junto al Palacio Real. Además, si visita la ciudad debe acudir a la iglesia de San Pedro, uno de los edificios más antiguos del pueblo y cuya torre recuerda a la Giralda de Sevilla.

Más allá de sus preciosos monumentos, Olite es una joya medieval que conserva parte de sus antiguas murallas y torres, además de calles empedradas que le confieren un encanto único. Desde lo alto de las torres es posible disfrutar de unas vistas maravillosas del pueblo y sus alrededores.

Uno de los aspectos que caracterizan también la ciudad de Olite es su tradición vitivinícola, especialmente bajo la Denominación de Origen Navarra, famosa por sus vinos tintos, rosados y blancos. Los viñedos que rodean el pueblo ofrecen la oportunidad de practicar enoturismo, visitando las bodegas y realizando diferentes catas. Además, el municipio celebra cada año la popular Fiesta de la Vendimia.