Buscar un slogan y encontrar una plaza

Tras la bienvenida del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por el momento la única reina de la calle que tiene el PP, se entregó a ello. «De ninguna manera», repetía tras cada frase. Como un salmo dominical, que para eran las 12.00 horas del domingo.

Luego sube Aznar. «No venimos a protestar». Cuando organizas una manifestación, concentración o lo que sea, con mucha gente en la calle y tiene que explicar a qué no vienes, ay... La timidez del qué dirán. Si lo llamas «infamia» -Aznar, varias veces- es una protesta. Que protestar también es libertad de expresión.

Rajoy -que no sabemos por qué no tiene su propio podcast- lo ha llamado «chantaje «y «fraude». En este momento el PP ya había demostrado que no es el PSOE en todo y, sobre todo, en lo que a relaciones con expresidentes se refiere. Y ante más de 40.000 personas viéndolo in situ.

Feijóo ha dicho que «nos cueste lo que nos cueste» va a defender que España es un conjunto de ciudadanos libres e iguales. Se entiende que es le cueste lo que le cueste. Luego que «no nos llamen tontos, no somos tontos». Su momento slogan más fresco. Ha añadido «cacicada» y ha terminado con un «libertad, igualdad y dignidad».

A lo mejor los que llaman tibio al presidente del PP en vez de criticarlo lo están piropeando. Seguro que el partido no eligió la Plaza de Felipe II por el sobrenombre del rey: «el Prudente». Pero eso es lo que el partido ha ofrecido hoy. Prudencia. El PP ha salido a buscar un slogan, no sé sabe si lo ha encontrado, pero desde luego, ha conquistado una plaza. Las palabras se las lleva el viento y los éxitos prudentes son los que más perduran. Pero al PP de esta semana le siguen faltando votos.