Robic, el robot-terapeuta de los niños más especiales
Una startup madrileña ha desarrollado un humanoide dotado de IA que ayuda a menores en tratamiento dentro de un programa piloto que se prueba hace meses en la región
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Madrid
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Iniciar sesiónRobic tiene dos ojos, una boca, dos orejas, dos brazos, dos manos, dos piernas. Mide medio metro, aproximadamente, y es capaz de saludar, responder, sentarse en cuclillas y jugar al escondite. Lo hace, de hecho, cada día, con decenas de niños que presentan trastornos generalizados del desarrollo ... , en el centro base 2 de atención temprana de la Comunidad de Madrid. Robic sólo es un robot, pero se transforma en un compañero de juegos a través del cual aprender y crecer.
Lo que hace este robot humanoide se conoce como robótica social, y utiliza la Inteligencia Artificial para contribuir en la terapia de estos niños con necesidades especiales. Como Steven, que a sus diez años y con una sonrisa fija en la cara, sueña con ser influencer «o futbolista», y llegar «a los 500.000 likes». De momento, pasa dos mañanas jugando con Robic en compañía de su psicomotricista, Violeta Guerra, que utiliza esta moderna herramienta para enriquecer la terapia.
Con Robic hacen de todo. Saluda hasta con una reverencia, escucha cuando le hablas, responde, ofrece juegos sin fin y con ello estimula a Steve para que mejore su comunicación y su uso del lenguaje.
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El método es producto del trabajo de la empresa Inrobics, una startup madrileña que surgió de una investigación en la Universidad Carlos III en el año 2014. En 2020 ya estaba desarrollado y ahora cuenta con 20 plataformas, explican desde la empresa, desplegadas en centros como los hospitales San Juan de Dios, el Niño Jesús o el de Parapléjicos de Toledo. «Es una Inteligencia Artificial social que se convierte en un compañero para niños y en una herramienta para el terapeuta», que les ayuda a «mejorar las habilidades comportamentales y del lenguaje».
Aunque en los dos puntos donde se está desarrollando este programa piloto, el centro base de atención temprana número 2, en Vallecas, y el colegio de integración Gaudem, el robot Robic se está utilizando con niños, también es aplicable a otros colectivos como personas mayores, explican sus promotores. Y hasta puede resultar útil, mediante una tableta y un avatar virtual, en casa, donde se mandan 'deberes' al niño.
El proyecto piloto comenzó a aplicarse en diciembre de 2024, y continuará haciéndolo hasta julio. Ha atendido a unos 50 menores de entre 4 y 10 años, algunos afectados con trastorno del espectro autista, retraso madurativo, limitaciones en su capacidad motora, cognitiva o relacional, o alteraciones o dificultades derivadas de un daño cerebral, que se han sometido a más de 170 sesiones con él, para trabajar en aspectos como la expresión oral y corporal, la psicomotricidad y el autoconocimiento.
Lo más estimulante de la nueva herramienta es que «el niño rompe la barrera», explica el director general de Estrategia Digital
Las Consejerías de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, la de Educación y la de Digitalización han colaborado en la aplicación de este proyecto. Steven y Violeta comienzan a interactuar con Robic nada más comenzar la sesión. Lo primero, los saludos: «¡Hola, Steven, me alegro de verte!». Después, una canción para desentumecer el cuerpo. Y llega la hora de jugar: Steve hace preguntas a Robic, que se las sabe todas: «¿Cuántas copas del Rey tiene el Real Madrid?». «20». «¿Y el Barcelona?». «31; es el que más veces la ha ganado».
Llega luego la hora de jugar al escondite, y Steve lo hace tan bien, que al robot le cuesta dar con él. Más tarde, es la hora de las adivinanzas. Steve se muestra encantado: «Está guay, es muy inteligente, es como chat GPT, sabe mucho. Me encanta jugar con él; sabe estrategias y muchas cosas».
Del miedo a la curiosidad
«Con los niños más pequeños es más difícil; al principio le tienen un poco de miedo, cuando ven que habla y se mueve… pero en cuanto llevan un rato viéndole, ya quieren usarlo», relata Violeta, la psicomotricista. Robic da indicaciones a Steve para que imite los movimientos de algunos personajes: el cocodrilo, el cangrejo, el flautista… Violeta contempla el humanoide convencida de que «es una herramienta más en los centros de atención temprana. El proyecto piloto está permitiendo ver cómo la tecnología puede ayudar a dar mejor calidad en la atención».
El próximo mes de julio, cuando se cumpla el plazo de prueba de esta iniciativa, las áreas afectadas «haremos una evaluación y análisis de sus resultados», explica a ABC la directora general de Discapacidad, Alejandra Serrano. De momento, sus sensaciones son buenas: «Está siendo un éxito; la Inteligencia Artificial aplicada al tratamiento y la terapia de menores es muy positiva». De esa evaluación dependerá si en el futuro se extiende el uso de Robic y otros 'hermanos' suyos a los distintos centros concertados de atención temprana.
El uso experimental de Robic en Madrid está incluido en un proyecto marco más amplio, que cuenta con financiación del plan Europa Digital, que se basa en la premisa «del 'test before invest', para hacer compras informadas: poder probar la tecnología antes de invertir en ella», aclara el director general de Estrategia Digital de la Consejería de Digitalización, Ignacio Azorín.
Vieron a la empresa que lo desarrolla en el Mobile World Congress, y comprendieron el potencial que podía tener para tratar a niños con trastornos generalizados del desarrollo. Ahora, recuerda, llega el momento de la evaluación de utilidad, aunque hasta el momento, los profesionales que trabajan con él muestran «una satisfacción de 4 sobre 5». Lo más importante, que «el niño rompe la barrera». La evaluación de resultados llegará, recuerda Azorín, «a la vez que la elaboración de los presupuestos para el próximo año, y ahí se verá si tiene encaje» este robot humanoide que «no sustituye a la terapeuta, sino que la complementa».
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