La Comunidad de Madrid cifra en 4.100 los fallecidos en residencias durante la pandemia

Así se desprende de un informe publicado por el Gobierno regional cuando se cumplen cinco años de la pandemia del covid-19, donde señalan que «el número de fallecidos de residencias que agita la izquierda y ultraizquierda fue un invento del entonces consejero del ramo, señor Reyero».

Este mismo consejero, defienden, «tuvo que ser apartado de sus responsabilidades por ineficaz. La falsedad nació de él. Nunca hubo protocolos firmados por políticos. Ni discriminación». En este sentido, remarcan que el número real de fallecidos en residencias fue de 4.100, y «nunca porque no se les ayudara».

Noticia Relacionada

Mónica García ganaría como anestesista 22.000 euros menos que como ministra

Esther Armora

Por ello, «por más que se empeñen las plataformas políticas de la izquierda», la Comunidad de Madrid «no tiene conocimiento de peticiones de las víctimas para ser recibidas», aunque señalan que «deben saber que estamos a su entera disposición».

En este sentido, el portavoz del Gobierno regional, Miguel Ángel García Martín, incidió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que están abiertos a recibir a los familiares de las víctimas, pero no a organizaciones o colectivos que «traten de politizar el dolor de las víctimas».

En el documento, la Comunidad ha apuntado que fue la primera región en España en cerrar residencias, colegios, promover el teletrabajo y alertar a los mayores para que no salieran de casa, así como la primera Comunidad Autónoma de España que compró test de antígenos y los repartió gratis en las farmacias, «medida clave para los diagnósticos y para detener con antelación la propagación del virus». Además, fue la primera en crear un dispositivo de análisis del COVID en las aguas residuales que anticipaba la evolución epidemiológica, en levantar en apenas 72 horas el Hospital de IFEMA y en construir el Enfermera Isabel Zendal, hospital que atendió a más de 10.000 personas.

También ha recordado la apertura de 14 hoteles sanitarizados «donde se atendieron a cerca de 5.000 personas» y las 2.000 toneladas de material sanitario de protección con un corredor aéreo con Asia a través de 24 aviones de carga, entre otras. Y ha asegurado que la capital peleó por cada vida: «El 25% de los pacientes atendidos tenía más de 80 años y el 50% más de 70».

Tras este resumen, la Comunidad señala las contrariedades y las rectificaciones por parte de La Moncloa en los meses más mortíferos del virus: «Fue reticente al reparto de test de antígenos en farmacias de Madrid, tachó de egoístas las mascarillas FFP2 que dio gratis Madrid, defendió el cierre de hostelería, rechazó el cierre perimetral por zonas y días que aplicó Madrid...». Y, además, rectificó «para pedir test en origen en aeropuertos, como pidió Madrid, para cerrar peluquerías, para permitir desplazamientos a segundas residencias y ampliar al 50% la ocupación máxima de terrazas y rectificó el total de fallecidos, eliminando casi 2.000».

Con el COVID empezando a asolar Europa, el Gobierno central «permitió las manifestaciones del 8-M, prohibió comprar material sanitario con la intención de centralizarlas y cerró el portal de transparencia y cesó a sus responsables, además del ocultamiento de las actas de los consejos interterritoriales de salud y su posterior y tardía publicación con manipulaciones».

Tras la primera ola, la Comunidad asegura que La Moncloa admitió más medidas reclamadas por Madrid, «como el certificado Covid digital, ventilaciones en hostelería, vacunaciones en mutuas, prohibición de reuniones en domicilios, retraso en segunda dosis o venta de test rápidos en farmacias».

«La Justicia española ha archivado más de 60 casos sobre las residencias de mayores durante la primera ola del COVID-19. Ante esta sucesión de varapalos se crea un tribunal popular, autoproclamado en Comisión ciudadana por la verdad, dirigido por destacados miembros o simpatizantes y de la izquierda. Su objetivo, construir un relato falso ante las continuas sentencias judiciales en contra de sus intereses partidistas», ha señalado.

El número de fallecidos de residencias que «agita la izquierda y ultraizquierda», señalan, «fue un invento del entonces consejero del ramo, señor Reyero, que tuvo que ser apartado de sus responsabilidades por ineficaz. La falsedad nació de él. Nunca hubo protocolos firmados por políticos. Ni discriminación. El número real de fallecidos en residencias fue de 4.100, y nunca porque no se les ayudara. Por más que se empeñen las plataformas políticas de la izquierda, la Comunidad de Madrid no tiene conocimiento de peticiones de las víctimas para ser recibidas. Deben saber que estamos a su entera disposición».