Boda de Tamara Falcó: Investigan si un chivato dio información a la banda que robó las joyas para invitadas

Los investigadores sospechan que, por lo profesional del golpe, los delincuentes contaban con información privilegiada de la transacción, el viaje y las medidas de seguridad de los tres hermanos de Valladolid que habían acudido a Madrid para mostrar el género. El botín sustraído ronda los dos millones de euros, según indicaron en un primer momento a los agentes los propios afectados. Este martes han ampliado su declaración.

Esta hipótesis de trabajo supondría que alguien del entorno de los empresarios habría funcionado como 'santero' (chivato, en el argot), una traición que consistiría en conocer datos muy precisos y sensibles y 'vendérselos' a la banda criminal, a cambio de un porcentaje o una cantidad acordada previamente.

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Carlos Hidalgo

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Por lo pronto, conocían la fecha de la cita, el jueves; atacaron a la salida de Madrid, en el término municipal de Las Rozas, en un área que cuenta con múltiples salidas por carretera para poder huir (la propia A-6, la M-505 y la M-50, aunque fuentes del caso recuerdan que las cámaras de Tráfico de ese tramo graban); estaban al tanto de que portaban las joyas y no un muestrario en una tableta, con fotos, como suele ocurrir en casos así; que, además, no habían contratado a una empresa especializada de seguridad ni nada por el estilo; que Sheila, David y Rafa iban desarmados, aunque podrían portar armas...

Como adelantó ABC, poco después del atraco, la Guardia Civil halló el Renault Laguna robado que habían usado los criminales, con placas y chalecos falsos de agentes de la Benemérita, para interceptar a los tres hermanos joyeros y huir tras quitarles el maletín. Estaba aparcado en un descampado junto a una salida de la M-50, a la altura de Majadahonda. Esto refuerza la tesis de que la organización la conformaban más personas de las tres que vieron las víctimas.

«Todo estaba muy preparado, un plan así se tarda semanas en prepararlo. Otro aspecto es si iban por su cuenta o habían sido contrados», explican fuentes policiales. En esa segunda hipótesis, estaríamos hablando de un robo a la carta, y para ello se cuenta con delincuentes extremadamente profesionalizados, «y de esos no hay muchos».

Este aspecto cobra más fuerza si se tiene en cuenta que hoy en día es difícil colocar joyas de tantísimo valor en el mercado negro. Lo habitual es desengastar las piezas y sacarlas al extranjero. Para lo que hay que contar un receptadores.

Hace años, los atracos a joyeros estaban casi a la orden del día en Madrid, pero la cosa mejoró y es complicado encontrarse con atracos tan temerarios. El de la boda de la marquesa de Griñón y Onieva se parece en ciertos aspectos al sufrido el pasado noviembre por parte de María José Álvarez Mezquíriz, la presidenta de Eulen. En aquella ocasión, los ladrones se fueron de manos vacías, pues el escolta de la empresaria llevaba un arma de fuego y les plantó cara.

Los mayores robos de joyas y relojes de lujo tuvieron lugar en la calle de Francisco Silvela y en otro almacén de Ciudad Lineal. Alrededor de 25 millones de euros sumaban ambos botines, por los que se investigó a gente como el Niño Sáez, el Piojo y el Troll. El primero murió asesinado en 2017 y el segundo está en prisión.

A la carta hay un experto atracador, muy peligroso, detenido hace apenas unas semanas pero puesto en libertad por el juez, a la espera de juicio: se trata de Juan Carlos Gordillo Plaza, alias 'el Niño Juan', quien hace cuatro años planeó asaltar el Palacio de Fontainebleau, a las afueras Un mafioso y empresario chino le había encargado el robo de millonarias obras asiáticas, pero ni llegó a intentarlo.

Eso sí, fue arrestado por las autoridades francesas y ha pasado tres años en una prisión de aquel país, hasta quedar libre y volver a hacer de las suyas en Madrid. Ahora está en la calle.