Una felicitación para 308 conductores por sus bodas de oro con el volante

La iniciativa tuvo lugar en mayo de 1973. Tal y como recogía entonces ABC, en sus páginas de motor, se celebró un homenaje a estos conductores más veteranos, que tuvieran una antigüedad de 50 años en el carné de conducir, y sin que hubieran sido en este tiempo objeto de sanción grave alguna.

El perfil era este: personas con permiso de circulación que datara de antes de 1923 y no se hubieran visto implicados en accidentes por haber incumplido las normas. En la Jefatura central de tráfico, que entonces dirigía Carlos Muñoz-Repiso, se pusieron a buscar y dieron con 308 conductores que cumplían con estos requisitos.

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La mayoría eran mayores de 70 años, a ninguno le habían retirado nunca el permiso de circulación. «Siempre han sido caballeros del volante», decía la crónica. Todos eran hombres, menos una: María Paz Lezcano Ruiz.

Desde la Jefatura salieron otras tantas cartas, una para cada uno de los homenajeados, en las que Muñoz-Repiso en persona les explicaba: «Nuestro registro oficial de conductores ha puesto de relieve, con todo lo que ello signfica, que tiene usted un expediente personal limpio de cualquier referencia negativa, desde que comenzó, hace más de medio siglo, a conducir vehículos».

Tras este bonito preámbulo, venía el nudo: «Es para mí una verdadera satisfacción dirigirme a usted, que ha demostrado un profundo sentido vial y una alta ética circulatoria, claro exponente de unos valores humanos que le hacen acreedor a ser considerado, con toda justicia, un Conductor Ejemplar».

Ni que decir tiene que quien recibía una de estas misivas agradecía el gesto y lo aplaudía, además de subirles varios puntos la autoestima. Algunos, los más animosos, enviaron respuestas emocionadas: «Mi forma de proceder fue siempre procurar serenidad y evitar las imprudencias», decía uno. «Efectivamente, son muchos 50 años al volante en servicio médico, y sobre todo con las urgencias natales de mi especialidad, toco-ginecología», señalaba otro. «Con su carta he sentido la emoción de ver que no se extingue la caballerosidad española», agradecía un tercero. «Si no fuese inmodestia, pondría su carta en un marco para colgarlo en la pared del salón», se leía en una cuarta misiva. «Tengo tres hijos, un yerno y dos nietos a los que les he hecho releer dos veces eso de que tomen ejemplo», indicaba otro conductor objeto de homejaje. «Tengo el propósito de guardar esta carta como un trofeo conseguido a lo largo de muchos años», concluía otra de las misivas.

Otros 50 años después, ha habido de nuevo cruce de cartas entre Tráfico y conductores mayores, pero de signo muy diferente del que recogía el periódico: en este caso, ha sido la Asociación Provincial de Mayores y Pensionistas de Madrid la que envió una misiva a la Dirección General de Tráfico y al Defensor del Pueblo en la que acusan a aquella de querer «expulsar a las personas mayores de las carreteras», obligándoles a cumplir con unos requisitos específicos para validar sus carnés de conducir. El año pasado año, unos 70.000 conductores, muchos de ellos mayores de edad, vieron restringida su capacidad de conducción con limitaciones al volante que se les impusieron al renovar su carné, como tener acotado el radio por el que pueden conducir, o poder hacerlo solo de día, o no superar unos límites de velocidad determinados.