Ayuso retoma la batalla ideológica por la educación: fomento del buen español y revisión de manuales por expertos

Ayuso está preocupada, dijo, por «el fallo oculto, que no contabilizamos como fracaso escolar pero lo es». Se refiere a los casos, más numerosos de lo que se puede creer, de los alumnos que, «con título en la mano, no son capaces de leer un texto complejo, resumirlo o rebatirlo», que llegan a la universidad «sin conocer la historia de España o comprender un gráfico»; o que terminan la Educación obligatoria «sin haber hecho amistad con ninguno de los autores que, como Cervantes, han elaborado nuestro legado de mil años de cultura en español».

Para combatir lo que considera devaluación de la calidad educativa, la presidenta regional anunció varias medidas: quiere notas alfanuméricas –«las de siempre», aclaró–, y que los alumnos al acabar sus estudios «sepan expresarse correctamente en español, tanto de forma oral como escrita».

La Consejería de Educación que dirige Emilio Viciana va a editar una guía con recomendaciones y pautas para que los centros fomenten los exámenes orales, las presentaciones en público o la defensa y exposición de trabajos de viva voz. Cree la presidenta que «los españoles somos herederos de un patrimonio lingüístico y cultural inigualable, y transmitir ese legado no es una opción: es un deber de los mayores y un derecho de niños y jóvenes».

Se implantarán también métodos de lectura y escritura que presten especial atención a la comprensión lectura, la caligrafía, la ortografía y la sintaxis. Y se insistirá en la lectura los clásicos propuestos por las reales academias de Lengua y de Historia. Habrá, asimismo, certámenes de lectura que promuevan la correcta expresión y el buen uso del español.

Pero tan importante como que los estudiantes aprendan es qué aprenden. Y por eso, el Gobierno regional se propone acometer una revisión de los manuales de cada asignatura, para lo cual firmarán convenios con las reales academias de la Lengua, de Historia, de Bellas Artes y de Ciencias Exactas. Dice Díaz Ayuso que su intención con esto es que los libros de texto «se basen en saberes efectivos y rigurosos, no ideológicos ni de ingeniería social».

Además del plan para la libertad, la pluralidad y la calidad educativa, Díaz Ayuso anunció un segundo plan, llamado IncluYO, para personalizar la enseñanza. Por él, cada centro tendrá que detallar qué medidas concretas aplica para los alumnos con necesidades especiales, altas capacidades o problemas de dislexia. «Las familias tendrán derecho a conocerlas a la hora de elegir centro educativo», dijo la presidenta.

Teatro y danza serán también instrumentos que se utilicen en la educación, y se va a impulsar en este curso la creación de una Red de Radios Escolares que integrará a un centenar de centros que lo usarán como recurso educativo.

Por otra parte, se han seleccionado ya los diez primeros centros escolares que recibirán recursos extras por tener más dificultades, tasas más altas de absentismo o más alumnos recién incorporados al sistema educativo.