Las inmobiliarias y concesionarios de coches tendrán libertad de horarios

La medida busca salir en ayuda de dos sectores —inmobiliario y automoción— especialmente golpeados por la crisis, cuyas ventas han caído estrepitosamente en los últimos cuatro años. Pero no son los únicos. Fruterías, carnicerías, droguerías, pescaderías, panaderías, tiendas de ropa, calzado, de segunda mano, electrodomésticos, tintorerías... Son el resto de comercios que podrán beneficiarse de la normativa que el Ejecutivo madrileño comenzará a presentar la próxima semana a comerciantes y consumidores.

Como era de esperar, la iniciativa que prepara la Comunidad de Madrid no ha dejado a nadie indiferente. La futura Ley de Dinamización del Comercio Minorista, que ayer dio sus primeros pasos en el Consejo de Gobierno, dará todo tipo de facilidades a los comerciantes para que, si quieren, puedan abrir sus negocios las 24 horas los 365 días del año . «La región no tiene miedo a la libertad», defendió Esperanza Aguirre. Pero no todos piensan como ella. En resumen, las grandes superficies se muestran partidaris de la medida, mientras que el pequeño comercio la rechaza.

La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) celebró los pasos dados en la capital para la liberación de horarios comerciales que, aseguró, beneficiará al consumidor y permitirá aumentar el empleo en el sector. En un comunicado, destacó que la decisión de Madrid supone equiparar las normas de funcionamiento del comercio a las que rigen para otros sectores de la economía. « Se trata de que cada comerciante decida cuándo abrir en función de las preferencias de sus clientes , al igual que ocurre en otros sectores como la hostelería, el ocio o el turismo».

El presidente de la Confederación Española de Comercio (CEC), Manuel García Izquierdo, advirtió sin embargo que la liberalización no servirá para que haya más consumo ni mejore el empleo. «Está claro que no va a aumentar porque la franja donde se pueda consumir sea mayor», dijo.

Mucho más alarmista se mostró FACUA. Su portavoz, Rubén Sánchez, auguró «el cierre de pequeños comercios» como consecuencia de la entrada en vigor de la futura ley. «La normativa traerá más perjuicios que beneficios», apuntó, tras expresar su temor a que esta medida «se extienda a otras comunidades autónomas».

Esperanza Aguirre explicó que la liberalización del comercio «es una seña de identidad» de la región. «Madrid quiere ser abierta, integradora, acogedora y dar una imagen de vanguardia», apuntó, en referencia a ciudades como Tokio, Nueva York y Londres. Sobre la posibilidad de que los sindicatos o IU planteen movilizaciones al respecto, la presidenta madrileña indicó que aunque su «punto de vista es muy respetable», ha quedado «demostrado» que sus ideas «no destacan por generar prosperidad y empleo» en el país.