«En la Complutense no quieren capillas pero sí pro-etarras»
Varios centenares de jóvenes, contra la apología del terrorismo en Políticas
«En la Complutense no quieren capillas pero sí pro-etarras»
«¡Fuera terroristas de la Universidad!». Al menos veinte veces se escuchó ayer esta frase en la plaza de la República Dominicana. La repetían varios centenares de jóvenes en una concentración convocada por Nuevas Generaciones del PP madrileño. El objetivo llevaba implícito un doble desprecio. ... Primero, hacia la pancarta colocada en la facultad de Políticas en apoyo al asesino etarra Antonio Troitiño. Segundo, hacia la posibilidad de que Bildu «se cuele» en las instituciones vascas tras las elecciones del próximo 22 de mayo.
«En la Complutense no quieren capillas, pero sí pro-etarras», coreaban también los jóvenes, congregados ante el monumento a las víctimas del atentado ocurrido en ese mismo lugar el 14 de julio de 1986. Aquel día, un coche-bomba puesto por el «comando Madrid» acabó, entre otros, con la vida de 12 guardias civiles de la Agrupación de Tráfico. A ese sangriento comando etarra pertenecían Troitiño y De Juana Chaos. Hoy, los dos están libres.
Los jóvenes de Nuevas Generaciones no entendían porqué se tardó tanto tiempo (tres días) en retirar la citada pancarta de la facultad de Políticas que, entre otras perlas, llamaba «militante vasco». Como informábamos ayer, el Rectorado ha abierto una investigación. El cartel no iba firmado, pero llevaba dibujada la estrella negra de la organización «Contrapoder», organización estudiantil radical a la que le faltó el tiempo para desvincularse de esa pancarta «en defensa de un asesino y haciendo apología del terrorismo», tal y como señalaba ayer el secretario general de NN.GG. de Madrid, Germán Alcayde.
«No es suficiente con quitar esa pancarta —añadía Alcayde— porque la apología del terrorismo es un delito». Estos jóvenes exigen que la Delegación del Gobierno de Madrid y el Rectorado de la Universidad Complutense den cuanto antes con los culpables y se les detenga.
Minuto de silencio
«Yo también he sido universitario y lo que está ocurriendo en Políticas me parece una vergüenza. Y que nadie lo confunda con libertad de expresión. Hubiera estado muy bien que el rector electo, el profesor José Carrillo, hubiese tenido un gesto sobre este lamentable cartel, aunque todavía no haya tomado posesión», señalaba Ángel Carromero, vicesecretario de Nuevas Generaciones de Madrid.
Además de pedir la dimisión de Rodríguez Zapatero, los manifestantes guardaron un minuto de silencio por las víctimas del terrorismo. Después, colocaron doce cruces blancas, una por cada víctima del asesinato de julio de 1986.
Cientos también de pequeñas pancartas con varios lemas comúnes: «ETA, asesina», «Troitiño asesino. Detención ya» y «Universidad en libertad». La de «Bildu, ilegal» tenía, si cabe, las letras algo más grandes.
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