«Nos vemos el jueves que viene»

A los pies de la escalinata de la sede del Ejecutivo autonómico aguardaba la llegada del autobús, acompañada por el vicepresidente regional, Ignacio González. Nada más aparcar en el «kilómetro cero», no dudó en salir escopetada para recibir a la plantilla y su presidente, Enrique Cerezo. Allí, en plena calle, agarró el trofeo y se hizo las primeras fotos.

«Nos habéis dado una gran alegría a todos los madrileños y a todos los aficionados atléticos, que son los mejores del mundo. El viaje ha sido una de las experiencias más grandes que he tenido en mi vida como presidenta», comenzó en su alocución la dirigente madrileña. La presidenta regional se llevó la gran ovación de la tarde cuando soltó a voz en grito: «Estoy segura de que el jueves por la tarde nos vamos a volver a ver por aquí». Allí aplaudieron hasta los jugadores.

Aguirre se refería a la final de la Copa del Rey que los rojiblancos disputarán el próximo miércoles en el Camp Nou ante el Sevilla. «La final de la semana que viene -dijo- la vais a ganar también».

Después le tocó el turno a Enrique Cerezo. El presidente atlético entregó a Aguirre una de las camisetas que utilizó el equipo en la final y después, agradeció el despliegue organizado. «Los más egoístas piensan que estos actos van a durar hasta la semana que viene. Esperamos poder ganar al Sevilla y estar aquí de nuevo el jueves. Para nosotros ha sido un orgullo pasear el nombre de Madrid por toda Europa».

La estancia en la Real Casa de Correos fue larga. Menos mal que el club quería que todos los actos se realizaran con rapidez. Tras los discursos, la plantilla subió a la segunda planta de la sede regional para firmar en el libro de honor de la Comunidad de Madrid: «Como campeones de la Europa League 2010, con todo el cariño a la Comunidad de Madrid», rubricó Enrique Cerezo. Después, la firma de los jugadores.

Pero lo que ellos querían era salir al balcón. Y así lo hicieron por espacio de casi veinte minutos. Ahí se produjo la comunión perfecta entre la plantilla y los casi 5.000 personas que se plantaron en Sol. Todos, a coro, cantaron aquello de «Atleeeeti».